El 4 de Abril 2016 | 21:20
La guerra de consolas es el pan nuestro de cada día. Los viejóvenes de los videojuegos se recrean en recordar la guerra de patio de colegio entre Megadrive y SNES allá por los tiempos de los 16bits, pero aquello era, eso, patio de colegio frente a los cuchillos cruzados de las modernas redes sociales. Desde que llevo jugando a videojuegos nunca he visto la traída y llevada guerra de consolas tan visible como la actual, justamente porque nunca antes tuvimos un Twitter, YouTube o Facebook donde pegarnos caña tras la humeante cortina del anonimato a nivel visiblemente global. Todos hacen guerra, mientras Naughty Dog ('Uncharted') y Remedy Entertainment ('Quantum Break') hacen el amor. O eso parece.
'Quantum Break' y 'Uncharted' vienen a cubrir, cada uno en su consola, el preciado trono del "vendeconsolas". Ambos estudios centrados en contar una historia, ambos con juegos en tercera persona y ambos coronados como el estudio de renombre entre los desarrollos exclusivos de parte y parte. ¡Ah, por cierto! Ambos estudios sacan sus respectivos juegos con apenas un mes de diferencia.
Mensajes cruzados
Sin embargo, las declaraciones cruzadas entre los dos equipos siempre son de cordialidad, incluso de admiración. El pañuelo en el bolsillo de la americana delata que Sam Lake, responsable de Remedy, es un hombre elegante. Como antesala al lanzamiento de 'Quantum Break', Lake mostraba en Twitter la copia dedicada que estaba empaquetando para Neil Druckmann, uno de los directores de 'Uncharted 4 y cara reconocible del estudio californiano'. Minutos después Druckmann respondía en agradecimiento "Hell yeah!".
Sending #QuantumBreak your way @Neil_Druckmann as part of the deal. Really looking forward to #Uncharted4! pic.twitter.com/gGtpZVE92U
? Sam Lake (@SamLakeRMD) 4 de abril de 2016
Hell yeah! Thanks! https://t.co/jEYvaf4dKa
? Neil Druckmann (@Neil_Druckmann) 4 de abril de 2016
Estos dos estudios es lógico que se sigan de cerca entre sí, no por la guerra de consolas, estúpida e inútil, sino porque saben el uno del otro que son ahora la muestra de la excelencia. Más que guerra, de nuevo, da la sensación de que hay cierta admiración... O eso parece.