El 26 de August 2015 | 13:35
Estar solo en el espacio no es divertido. Es algo que ya nos han enseñado algunos juegos, y en Steam ya hay disponible uno nuevo desde el pasado día 25 que aumentará esa sensación de soledad, vacío e incluso algunas veces, terror que produce la extensa galaxia. 'Corpse of Discovery' nos introduce en una nave espacial con la misión de explorar mundos desconocidos llenos de naturaleza y criaturas asombrosas, aunque lo primordial para el querido astronauta que manejamos es, sin ninguna duda, volver a casa.
Sacrificarse por la misión
Phosphor Games ha querido desarrollar este juego indie de PC para que sea en primera persona, y así el jugador sienta con más realismo la desolación que siente el protagonista al ver cómo va pasando el tiempo, cómo la nave y su interior van deteriorándose y él sigue sin poder regresar. Para colmo, cada dos por tres que nos encontremos en el interior del aparato, irán escuchándose mensajes enviados tanto por su familia, como por sus conocidos o superiores que aumentarán la sensación de morriña y el querer dejarlo todo para volver a la Tierra.
Los planetas a explorar serán auténticas maravillas llenas de peligros, que muchas veces provocarán que nos preguntemos si lo que estamos haciendo merece la pena. Sin embargo, parte del contenido de los mensajes anteriormente mencionados nos recordará continuamente todo lo que hemos sacrificado para completar la misión, presionándonos a seguir hasta el siguiente planeta. En ellos tendremos que avanzar siguiendo objetivo tras objetivo, aumentando cada vez más nuestro mapa espacial según vayamos conociendo nuevos mundos.
'Corpse of Discovery' cuenta en Steam con una promoción especial durante sus primeros días de lanzamiento y hasta el 1 de septiembre, en la que se aplica el 10% de descuento a su precio original, por lo que puede comprarse por 13,49€. Una aventura que parece de lo más interesante para saber hasta dónde estaríamos dispuestos a llegar para triunfar en nuestra misión, mientras estamos aislados, completamente solos en el espacio... ¿o no?