El 15 de Octubre 2017 | 23:49
Este fin de semana en la industria de los videojuegos ha retumbado una noticia bastante perturbadora. A raíz del trágico escándalo del productor de Hollywood Harvey Weinstein, David Ballard, exempleado de Naughty Dog decidió acabar con su silencio en Twitter para denunciar haber sufrido acoso sexual en la compañía. Además, señala también a SONY por despido improcedente y por querer comprar su silencio.
Los comentarios han dado la vuelta al mundo y han sido compartidos millares de veces, causando una gran polémica y todo tipo de reacciones. Al ver que las declaraciones cobraban cada vez más fuerza, desde Naughty Dog han decidido responder mediante un breve y escueto comunicado que puede leerse en la página oficial del estudio de desarrollo. Dichas declaraciones rezan así:
Recientemente hemos leído en redes sociales que un expempleado de Naughty Dog, Dave Ballard, asegura haber sufrido acoso sexual mientras se encontraba trabajando en la compañía. No tenemos pruebas de haber recibido por parte del señor Ballard alegato alguno que indique haber recibido acoso de cualquier tipo en Naughty Dog o Sony Interactive Intertainment. El acoso y cualquier tipo de conducta inapropiada no tienen cabida en Naughty Dog, ni tampoco en Sony Interactive Entertainment. Siempre hemos tomado muy en serio cualquier informe sobre acoso sexual u otro agravio laboral. Valoramos a todas y cada una de las personas que trabajan en Naughty Dog y Sony Interactive Entertainment. Es para nosotros de máxima prioridad mantener un lugar de trabajo seguro y productivo que nos permita a todos canalizar nuestra pasión mutua por el desarrollo de videojuegos.
¿Habrá juicio?
Presentadas las dos caras de la moneda resulta imposible poder dar un veredicto rotundo. Que Naughty Dog asegure no haber podido ver probado dicho acoso no significa que no se haya producido. Lo mismo ocurre en el caso de Ballard, que aún no ha podido presentar pruebas que ayuden a demostrar el trato vejatorio al que habría sido sometido. Por tanto, la única opción que nos queda como meros espectadores es sentarnos a esperar y ver si finalmente el caso llega a juicio.