El 5 de Agosto 2013 | 15:37
Primero fue la prospección anal alienígena, luego el consumo de drogas y ahora, tras todos los cambios que convierten a 'Saints Row 4' en un título moralmente aceptable para venderse en Australia, sus jugadores no podrán disfrutar del cooperativo fuera de esas fronteras. Al parecer, la censura impide que usuarios con distintas versiones del juego puedan interactuar entre sí, con la intención de asegurar el respeto de la normativa de cada país.
Los efectos adversos de la censura
Tras repasar esta entrega varias veces, Volition consiguió elaborar una versión super-light del juego que ha recibido recientemente la calificación para mayores de 15 años en Australia. Volition insiste en hacer públicos los distintos cambios que han realizado sobre la copia original para que los usuarios sepan que están comprando.
Esta es una pequeña muestra de los daños colaterales que provoca la censura, aún cuando sus intenciones son las mejores. A riesgo de ser repetitivos, la única manera de evitar los efectos adversos del consumo de ciertos contenidos es educar a la población sobre la ficción de los mismos.