El 1 de Junio 2016 | 18:37
Strauss Zelnick es el CEO de Take-Two, y Take-Two la matriz Rockstar y 2K Games. Es importante comenzar dejando muy claro este punto, ya que Strauss Zelnick es, por lo tanto, una de las personas más influyentes que ahora mismo podemos encontrar en el terreno del videojuego en todo el planeta. En pleno hype con la realidad virtual, este directivo, que no tiene interés en vender realidad virtual, viene como un jarro de agua fría sobre la candente estela del hype VR al que llevamos sometidos un par de años.
Zelnick argumenta que es una tecnología "muy cara en estos momentos". Pensamos en el público español y su poder adquisitivo, y es evidente que se escapa de nuestros mundanos bolsillos. Cruzando el charco, Zelnick tiene la cabeza en el usuario americano, y tampoco lo ve nada claro: "No hay un mercado para un dispositivo de entretenimiento de 2.000 dólares, que requiere una habitación dedicada para él. No sé qué es lo que la gente está pensando. Quizá algunas personas tengan una habitación dedicada al entretenimiento, pero esto no es lo que tenemos en América", afirmada el directivo.
Pensando en el espacio físico del que hay que disponer para jugar, no me deja de llamar la atención el nuevo sistema de etiquetado de Steam para juegos VR que marca cuáles de ellos son jugables estando sentado, y cuáles son de pie. Tampoco puedo olvidar cómo en mi casa he sido incapaz de echar una partida digna a 'Kinect Sports Rivals' por falta de espacio, aunque tengo la sensación de no haberme perdido nada. Sigue Zelnick ahondando en el problema que supone para esta tecnología llegar al gran público: "(En América) Tenemos unos 300 dólares para invertir en un dispositivo de entretenimiento y no disponemos de una habitación dedicada (...) No tenemos un lugar donde puedas estar de pie con un espacio amplio para sujetar dos mandos y tener algo en tu cabeza sin caerte y romper la mesa del salón. No tenemos eso".
"Hay impedimentos"
Es difícil leer unas declaraciones tan claras y directas, y lo dice Zelnick al respecto de la VR, no lo digo yo:"No es que no esté emocionado, simplemente digo que todavía hay que verlo. Hay impedimentos".
Comenzaba este pequeño artículo remarcando que Zelnick es un directivo hablando de VR, que no nos quiere vender VR. Hasta la fecha hemos escuchado la verborrea del Palmer Luckey en torno a Oculus Rift, también las promesas de Sony con su PS VR, incluso las historias de ciencia ficción del HoloLens de Microsoft, pero todas estas personas guardan un punto en común determinante para su discurso: todos ellos quieren vender casos. Zelnick no, y quizá por eso sea una de las primeras voces autorizadas que aportan un discurso coherente que va a contracorriente. Ya era hora.