El 10 de Febrero 2016 | 14:44
La 5ª edición de los Game Awards celebrados en Nueva York, ha tenido este año una novedad que no podía pasar desapercibida por los medios: ha hecho entrega del primer Premio de Periodismo de Videojuegos, con la intención de servir como "una afirmación del valor del periodismo de videojuegos, y como resultado del trabajo duro y la creatividad demostrada por la comunidad periodística y crítica durante todo el año."
Paradojas
La ganadora del premio Periodismo de Videojuegos 2015 ha sido para Cara Ellison. La obra que le ha granjeado el premio se titula "Embed With...", y se trata de una serie de conversaciones que Ellison mantuvo cada mes durante un año entero con diferentes desarrolladores de videojuegos. Además, todos los artículos se encuentran recopilados en su libro "Embed with Games: A Year on the Couch with Game Developers".
Pero si algo tenemos que destacar de esta periodista, cuyo trabajo fue tan venerado por sus compañeros, es que... Ya no es periodista de videojuegos.
Cara Ellison dijo adiós a esta profesión el pasado mes de mayo. En este sentido, es interesante que reflexionemos sobre la precariedad del periodismo hoy en día. Ya no solo en esta especialidad sino, también, en cómo hasta los periodistas galardonados tienen que buscar otro trabajo para poder salir adelante. Otro ejemplo, que hemos leído en Destructoid, es Kieron Gillen, que pasó 10 años de su vida como periodista de videojuegos (PC Gamer, y además co-fundador de Rock Paper Shotgun) antes de decir adiós también en 2010. Tal y como Gillen escribió entonces "el periodismo de videojuegos no es una carrera para toda la vida". Si lo mejor de la industria no ha podido mantenerse en el sector... ¿Quién lo hará? Quizás esta es una visión un tanto pesimista de la realidad, pero no por ello deja de ser necesario que la tengamos en cuenta.
Sin embargo, desde aquí queríamos felicitar a Cara Ellison por sus años dedicados a esta especialización periodística. El trabajo duro, correcto y comprometido con la sociedad, al final merece su reconocimiento... y eso siempre prevalecerá.