El 17 de Febrero 2016 | 17:42
Con 'Street Fighter 5' ya en las tiendas, lo que me llamó la atención durante la tarde del lunes, cuando comenzamos los medios a publicar su análisis, es que prácticamente todos estábamos de acuerdo con él. No solo en cuanto a sus puntos fuertes o débiles, que son muy evidentes ambos, sino a su nota. Las críticas son comunes: falta de contenido para un jugador, incluso algunas carencias en el apartado online (lobbies solo para dos jugadores o falta de modo espectador)... Parece aspectos muy negativos, lo suficiente para penalizarse con dureza, ¿no? Sin embargo, si uno visita Metacritic descubre que 'Street Fighter 5' luce ahora mismo un 82 en su versión de PlayStation 4 y un 80 en PC. ¿Por qué se ha sido tan benevolente? Básicamente por dos motivos: el potencial del juego en sí mismo, y algo que no tiene que ver con 'Street Fighter 5' como videojuego, pero que va implícito: un cambio en la actitud de Capcom.
Respecto al primer motivo, sinceramente creo que hoy por hoy 'Street Fighter 5' no es un juego de 8. No solo por esa falta de contenido general, sino porque su razón de ser, el competitivo online, no funciona como debería. Es simple. La cuestión, como decía antes, es el potencial del juego. En diciembre tendrá 6 personajes más, modo historia -en condiciones, no la broma que viene de salida- y desafíos. Será un juego casi totalmente diferente, y si hubiera que revisar su nota, probablemente en ese momento alcanzaría un sobresaliente sin ningún problema porque a nivel jugable, simplemente no tiene lagunas. La llegada paulatina y constante de contenido lo hace ser un juego capaz de mantener el interés de los usuarios a corto -en marzo llega Alex y los desafíos-, medio -en junio, modo historia- y largo plazo -balanceos, personajes y quién sabe qué más-.
Una nueva Capcom
Ya comentaba en el análisis que este no es el modelo perfecto, vale, pero es mejor que cualquiera que hayamos visto en el género de la lucha en la presente generación. 'Killer Instinct' comenzó con su idea de "free to play con poco de free", y si hablamos de 'Mortal Kombat X' nos encontramos con un juego que si compramos de salida y hoy queremos disfrutar de todo su contenido, tendremos que habernos gastado alrededor de 100 euros. Por contra, 'Street Fighter 5' nos ofrece absolutamente todo lo importante -excepto trajes premium- sin pagar un céntimo.
Lo que se ha tomado como ejemplo ha sido el modelo seguido por juegos como los MOBA o 'Hearthstone', con una cantidad de contenido de salida aceptable y la posibilidad de conseguir todo el restante únicamente con la moneda del juego, nada de dinero real. La diferencia evidente, y aquí puede haber un punto claro de discrepancia, es que 'Street Fighter 5' no es gratis, ni siquiera ha salido a precio reducido, algo que sí hizo, por ejemplo, 'Splatoon', concebido con una idea similar.
El calendario de contenido fue determinado por Capcom desde hace ya bastante tiempo. Lo que no ha sentado bien es, probablemente, el triste modo historia del que "presume" de lanzamiento, pero teniendo en cuenta que este llegaría ampliado en junio, era totalmente previsible que llegara de esta manera tan pobre. En definitiva, el que quiera jugar solo no dispone de muchas opciones, pero la dirección que está cogiendo el género de la lucha es la del terreno competitivo, sobre todo online, prescindiendo de modos individuales del mismo modo que en los últimos años lo están haciendo shooters como 'Titanfall' o 'Star Wars Battlefront'. El problema es que las comparaciones son odiosas, y existiendo 'Mortal Kombat X' y sus excepcionales modos para un jugador, 'Street Fighter 5' sale bastante mal parado.
Pero como decía, es algo que ya sabíamos, y quienes hemos ido disfrutando sus betas veíamos venir claramente. Capcom no ha engañado a nadie, ha aprendido del despropósito que fue en este sentido 'Street Fighter IV' y ha tomado las medidas apropiadas. En definitiva, una de las compañías más criticadas en la pasada generación está comenzando a hacer las cosas de manera diferente. Si será mejor o peor está por ver, pero para mí, los inicios son prometedores.