Lo que tendrían que haber sido unas declaraciones claras, concisas y contundentes, han acabado en un mar lleno de interrogantes en el que resulta demasiado fácil ahogarse. Capcom ha dejado claro que no acepta "ningún" mod para 'Monster Hunter World' que venga por parte de terceros. Hasta ahí, todo claro. Sin embargo, en ningún momento ha sido realmente concisa cuando se ha tratado de explicar cuál será su forma de proceder de cara a aquellos que los desarrollen o los usen en el juego. Más bien ha dejado algunas pinceladas con posibilidad de interpretación abierta que, más de uno, no sabrá muy bien cómo encajar.
Si no dan ventajas, no hay problema
Aunque insistimos en que Capcom no ha sido clara con respecto a cómo actuará con respecto a los usuarios que hagan uso de esos mods, sí debemos matizar que por lo menos han dejado claro que aquello realmente preocupante es que los mods puedan implicar ventajas para los jugadores. De hecho, todo a venido a raíz de un usuario que preguntaba directamente a la compañía sobre un mod que invertía los controles de Xbox por los de PS4. A lo que Capcom respondía con el siguiente mensaje: "Puede usar cualquier mod que desee para el juego, pero queda bajo su propio riesgo. Pero si el mod sólo mejora los gráficos del juego y no le da ninguna ventaja, no deberían estar prohibidos de forma habitual.".
De ahí, yo entiendo que quizá Capcom no persiga ese tipo de mods cosméticos. Pero la cuestión es esa: el quizá. Más que nada porque la respuesta es demasiado ambigua usando ese "normalmente". ¿Es que hay casos en los que sí serán prohibidos? Menos mal que los compañeros de PC Gamer han querido poner hilo a la aguja y han preguntado directamente a la compañía nipona. Y, no obstante, una vez más han sido algo ambiguos. De hecho, han asegurado que los mods no son oficialmente compatibles con ellos, pero que no pueden comentar sobre los mismos de manera particular, sino que simplemente pueden decir que lo están revisando. Supongo que habrá que esperar. Yo, la conclusión que saco de todo esto es clara: hasta que no sepamos qué ocurre realmente, no me arriesgaría ni un poco.