La premisa de los speedruns es acabar un juego y llegar al final en el que no se necesita pulsar ningún botón y no queda ninguna variante ni evento por realizar en el menor tiempo posible. Esos increíbles números y tiempos que realizan los jugadores se deben en parte al abuso de los bugs y errores del juego para llegar de forma anticipada a secciones que de forma legal no serían posible, y con esas mecánicas se pueden arañar unos pocos segundos, minutos o incluso horas.
Por fin se puede saltar gran parte del juego
A la hora de hacer speedruns de 'The Legend of Zelda: The Wind Waker' para Gamecube y Wii U, los speedrunners llegaban a un punto en el que la barrera que protege el castillo de Hyrule en la primera visita era prácticamente infranqueable por muchos bugs que se usen y como mucho se superó mediante técnicas experimentales sin saber por qué funcionaban y sin haber sido replicados hasta al fecha. Al no poder sortear esa berrara, es necesario ir a la Isla del Demonio, superar el Templo de la Tierra y el Templo del Viento y encontrar los mapas para encontrar los trozos de la Trifuerza además del dinero para que Tingle descifre los mapas.
Si se pudieran saltar esos pasos de la aventura, un speedrun de 'The Legend of Zelda: The Wind Waker' podría durar dos horas pero en su lugar es habitual que duren cuatro al tener que hacer dos mazmorras y mucha exploración en el mar. La comunidad de speedrunners ha intentado replicar los métodos con los que se ha llegado a superar dicha barrera después de numerosos años intentando, y ya han conseguido un resultado que poder recrear en condiciones normales y sin necesidad de usar hacks ni códigos, al usar una bomba para atravesar la barrera que echa al jugador para atrás seguido un bug de aceleración con objetos que usan la vista en primera persona. Con este nuevo descubrimiento se abre todo un nuevo abanico para los speedrunners y podemos esperar que el récord en superar el juego sea cada vez menor al descubrir el proceso con el que atravesar de forma efectiva la barrera.