El 5 de Abril 2018 | 15:59
Desde el Gobierno de Reino Unido se ha puesto en marcha una base de datos destinada a recopilar cifras que visibilicen la brecha salarial que hay en las principales empresas del país. De este confesionario no se han escapado las principales desarrolladoras de videojuegos del país, desvelándose que el 69% de las mismas cuenta con una desigualdad en los salarios por encima de la media nacional, según reporta GameInformer.
Cifras preocupantes
Esta nueva iniciativa obliga a cualquier empresa con más de 250 empleados a compartir los datos respectivos a lo que cobran sus empleados. Esto ha resultado en datos tan preocupantes como los de Rockstar Games, que superan de largo a toda la competencia pagando un 67% menos a sus empleadas que a sus empleados o Sumo Digital, quienes pagan un 33,7% menos a las mujeres que a los hombres a la hora.
Según informa GI otras cifras son Codemasters (22.2%), Jagex (21.7%), Traveller's Tales (20.9%), Creative Assembly (20.3%), Frontier Developments (14.9%), and Namco Bandai (14.5%). Empresas más grandes como EA, Sony o Microsoft quedan por debajo de estas otras y la diferencia más baja se ha registrado en GAME, donde las mujeres cobran un 1,9% menos que los hombres.
A raíz de esta información algunos han declarado estar trabajando en solucionar esta brecha salarial. Es el caso del director de Rockstar North, Andrew Semple, que ha asegurado que esta disparidad se debe a que la fuerza de trabajo se encuentra muy desigual en los puestos de mayor responsabilidad, siendo los empleados más veteranos hombres que cobran más por estar muchos años en el estudio. Aún así Semple asegura estar entregado a la labor de eliminar la brecha salarial y cualquier desigualdad que exista en su equipo.
Todas las empresas cuyos datos queráis consultar aparecen listadas en este buscador, que también el porcentaje de hombres y mujeres en las distintas posiciones posibles dentro de cada empresa, pudiendo así comprobar si la brecha salarial se debe a que cuentan con menos mujeres en puestos de poder o sencillamente se les paga menos en igualdad de condiciones. Ninguna de las dos opciones es la buena, por cierto.