El 14 de Mayo 2015 | 14:09
Blizzard, compañía encargada del juego multijugador masivo 'World of Warcraft', acaba de banear temporalmente a una inmensa cantidad de usuarios que estaban utilizando bots automáticos en sus partidas, aprovechando diversos programas externos para continuar jugando y farmeando sin ni siquiera estar delante del PC.
Esta información se ha conocido gracias a un post en los foros oficiales de 'World of Warcraft' escrito por su Community Manager, Josh Allen (más conocido como "Lore"), en el que ha querido confirmar esta información y también avisar al resto de jugadores de que ni se piensen realizar las mismas acciones o las consecuencias serán las mismas para todos. En concreto, esto es lo que ha escrito:
"Recientemente hemos tomado medidas contra un gran número de cuentas que estaban utilizando programas externos para automatizar el gameplay".
Las medidas de Blizzard no han terminado en, simplemente, banear a los usuarios que estaban realizando estas acciones totalmente prohibidas en el título, sino que también se está encargando de inutilizar muchos de estos programas para que ningún usuarios pueda caer en la tentación. Uno de estos programas es HonorBuddy, que permitía a los jugadores recolectar honor en el título sin ni siquiera estar jugando ellos mismos.
Consecuencia de ser un tramposo
Este programa externo (evidentemente, no tiene nada que ver con Blizzard ni con el juego) tenía alrededor de 200.000 usuarios registrados, que imaginamos estaban utilizando estos servicios de bots. Muchos de estos jugadores han confirmado que han recibido un correo electrónico de la compañía diciendo que quedaban baneados del título durante los próximos seis meses.
Blizzard ha querido dejar claro que esta acción llega para garantizar el juego limpio dentro del MMO y que utilizar estos programas significa una violación de sus Términos de Uso. Cualquier tipo de trampa, continúan diciendo, será identificada y no tolerada bajo ningún concepto. Así que ya sabéis, llevad cuidado con las trampas, que no suelen llevar a buen puerto nunca.