El 17 de Abril 2013 | 13:21
Cuando creíamos que no había mayor locura dentro de Arkham que la del Joker, la nueva entrega de 'Batman' nos trae a uno de los villanos más sádicos pero aún así olvidados del historial del superhéroe. Roman Sionis, más conocido como Black Mask, es un despiadado psicópata, torturador y asesino cuya frustración y necesidad de matar tiene su origen en una relación hostil con sus padres que le maltrataron de niño.
Un asesino desde niño
Siendo aún joven, Roman decidió poner fin a los maltratos que recibía día tras día y asesinó a sus padres. Como dueños de una importante compañía y sin más descendientes, Roman heredó una verdadera fortuna que acabó malgastando. La última oportunidad para salvar su empresa era sacar al mercado un nuevo maquillaje que aún no había sido probado y que promocionaría su novia, una modelo con cierto prestigio. Desafortunadamente sus planes se torcieron y el maquillaje desfiguró horriblemente a su compañera llevando su legado a la quiebra.
Antes de que la empresa cerrara definitivamente Bruce Wayne compró la firma, reflotando el negocio de Sionis el cual, en un alarde de locura, decidió ir a la tumba de su padre y fabricarse una máscara con la madera del ataúd.
Lo suyo es la tortura
El amor de Sionis por las máscaras era de sobra conocido desde su niñez ya que, según él, permitían a cualquier individuo convertirse en otra persona. Tras ese incidente, decidió crear una sociedad criminal que recibió el nombre de "False Face Society". Durante una de sus operaciones se produjo un incendio del que Batman le rescató, pero desgraciadamente el calor del fuego que guardó la máscara de madera desfiguró su cara.
Según el director narrativo de 'Batman: Arkham Origins', Dooma Wendschuh, nos encontramos ante la verdadera pesadilla de Batman. Un personaje que intentará asesinarlo a lo largo del día de la víspera de Navidad, haciendo uso para conseguirlo, de la mayor colección de asesinos del mundo.