Punto para Microsoft. Viendo el éxito que está teniendo el Kinect durante su primera semana en el mercado, los altos cargos de Apple deben estar tirándose de los pelos. Y es que el nuevo juguete de la Xbox 360 no siempre estuvo en la órbita de Bill Gates. Así lo ha revelado Leander Kahney, editor del portal web Cult of Mac, al contar que Apple estuvo apunto de adquirir el detector de movimientos más famoso de los últimos tiempos.
Las negociaciones llegaron a estar bastante avanzadas pero Apple, fiel a su política basada en el secretismo, intentó establecer varias claúsulas de confidencialidad. La medida no gustó en PrimeSense y Beracha, seguro de que su nueva joya se vendía sola, rechazó las condiciones de su primer cliente. Entonces entró en la partida Microsoft y como Julio César a la vuelta de las Galias, llegó, vio y venció.