Esta semana hemos conocido el cierre de Irrational Games, lo que para muchos analistas puede suponer una próxima entrega de la franquicia sin las cotas de calidad que el estudio había implantado en las últimas entregas de la franquicia.
Entre ellos, Pachter
Entre este grupo de analistas se encuentra el conocido Michael Pachter, que afirma que este cierre "daña las perspectivas de la franquicia a largo plazo" en declaraciones al portal Game Industry, donde añade "El videojuego no iba a aparecer hasta el 2018, por lo menos, así que no es un gran golpe para el valor de la compañía".
James Hardiman, de la firma Longbow Research, asegura que las últimas noticias referentes a la franquicia y al final de la desarrolladora le provocan reacciones contrapuestas. "Bioshock ha demostrado ser una gran franquicia, aunque principalmente cuando Ken Levine estaba al timón. Él creó el original y Bioshock Infinite, dos de los mejores juegos para la crítica de todos los tiempos, pero no estuvo involucrado en el desarrollo de Bioshock 2, que a menudo es considerado como algo decepcionante", asegura.
"Así que ahora que Irrational Games no está involucrado en el próximo Bioshock ciertamente hay un riesgo de que la calidad de la próxima entrega sufra, aunque siendo realistas eso no debería esperarse hasta dentro de entre 2 y 3 años", aunque asegura que el nuevo estudio que parece estar levantando desde cero Levine le trae buenas sensaciones.