Estamos acercándonos a finales del segundo mes de 2016 y Wii U sigue sin ser noticia debido al lanzamiento de algún nuevo título. Habrá que esperar a marzo para ver 'Twilight Princess HD' y 'Pokken Tournament' y a partir de ahí, 'Star Fox Zero' y... la nada más absoluta. Visto lo visto, podremos ir preparando una homilía por la consola de Nintendo, que pasa por ser el mayor palo comercial que ha visto la compañía de Kyoto en su larga trayectoria en la industria. Pero Nintendo siempre ha sabido salir airosa de estas situaciones de una manera u otra, y esta vez lo ha hecho con un producto que ha hecho las veces de as en la manga, pero que no ha estado exento de polémica desde su nacimiento: los amiibo.
Los amiibo no son más que DLC en forma de figuritas muy monas, y gracias a las cuales, Nintendo ha dado el paso definitivo para entrar en ese peligroso terreno del contenido descargable de pago en el que Reggie Fils-Aime dijo en su momento que nunca pisarían. El negocio es el negocio, y al fin y al cabo, en Nintendo no habrían sido inteligentes si hubieran dejado pasar la ocasión de aprovechar una nueva fuente de ingresos de la que las demás si estaban sacando el máximo partido, con lo cual no es algo de lo que se les pueda culpar, pero sí de escupir hacia arriba... Lo que sí han sabido hacer es que estos DLC luzcan de una manera más "amistosa" cuando en lugar de en tu disco duro puedes colocarlos en tu estantería haciendo bonito, pero el problema llega cuando haces de ello tu principal recurso de negocio.
Insisto, los amiibo son una gran idea, no solo desde el punto de vista de la empresa, ya que Nintendo ha vendido más amiibo que juegos en los últimos dos años, algo evidente, sino también desde la perspectiva del usuario. No nos engañemos, a cualquier usuario de PlayStation 4 le encantaría que el primer DLC de 'Uncharted 4: A Thief's End' llegara en forma de figurita de Nathan Drake, por ejemplo... Pero estas figuras se han visto rodeadas de cierta controversia de la cual Nintendo ha sido cómplice directa, principalmente por la especulación sin escrúpulos de algunos: los amiibo más difíciles de encontrar comenzaron pronto a verse en eBay a precios desorbitados, por culpa de una distribución limitadísima, y originando una corriente de coleccionismo insano que no le ha hecho ningún favor a la imagen de Nintendo -aunque sí a sus finanzas-, pero que ella misma ha consentido.
Hasta tal punto hemos llegado, que incluso se anunciaron en su momento los amiibo de Ryu y Cloud, personajes a los que hoy por hoy, es absolutamente imposible identificar con Nintendo. ¿Qué más da? La cuestión es vender, y... ¿cuánta gente que no ha tenido una consola Nintendo en su vida puede haber comprado alguno de ambos simplemente por cariño hacia el personaje? La compañía hoy día es casi irrelevante en el sector de los videojuegos, ya que ha hecho de los juguetes su principal negocio.
Pero llegará el día en que esta burbuja -porque no es más que eso- explote. La imagen de "empresa familiar" de la que Nintendo siempre ha gozado ha hecho que su imagen salga prácticamente indemne de este movimiento sacacuartos mientras abandona a su suerte a su consola de sobremesa, pero, ¿qué pasará cuando salga NX y haya que volver a hacer videojuegos? ¿Mejorará Nintendo su relación con las third parties? ¿Lanzará el 'The Legend of Zelda' que por el momento se mantiene en la duda para Wii U? ¿Y el 'Metroid' que no ha visto, ni verá la actual consola? ¿Intentará expandirse en lugar de centrarse en su público más fiel o volveremos a las franquicias de siempre -'Mario Kart', 'Donkey Kong', etc...-? Nintendo podrá seguir vendiendo todas las figuritas -DLC- que quiera, pero si no aprende de los errores cometidos con Wii U, NX nacerá muerta. Quiero volver a tener una consola de Nintendo, pero me la venderán sus juegos, no los amiibo.