El 25 de Septiembre 2016 | 14:30
Este artículo contiene spoilers de 'American Horror Story'
Como cada temporada, el terror en 'American Horror Story' busca aportar muchas caras, busca plantear una retahíla de objetos y situaciones fóbicas que aglutina un contexto determinado. En la sexta temporada el contexto es la solitaria mansión de los Miller, pero con este segundo capítulo el número de mitos y leyendas que se incluyen comienza a crecer. Comentábamos cómo en el primer capítulo la trama se desdoblaba en la introducción en Los Ángeles, y el desarrollo para ese episodio, y el resto de la temporada, en una granja de Carolina del Norte. Ya en esos primeros compases se comenzaban a recoger elementos de la cultura del terror norteamericana de todas las épocas: la práctica del knockout en los Estados Unidos contemporáneos (ese puñetazo desprevenido y aleatorio de un desconocido en plena calle, sólo por el gusto de pegarlo) y la introducción a los mitos y leyendas de la extinta comunidad colonia de Roanoke, de la que hablamos con la extensión que se merece en la crítica de la premiere. Si bien el capítulo inicial me levantó el interés suficiente para morderme las uñas esperando cada nuevo episodio, tampoco me pareció el capítulo más brillante que hemos visto de 'American Horror Story' hasta la fecha, porque todo se precipitaba o condensaba en exceso; con este segundo episodio, sin embargo, profundizamos en los personajes y sus miedos en mayor detalle.
En muchos sentidos esta sexta temporada me recuerda mucho a la primera. Cuando arrancó 'American Horror Story' hubo una mirada de desconfianza que tardó en disiparse, ya que la casa encantada era y es un tema manido y recurrente; sin embargo, Ryan Murphy convirtió la casa de los Harmon en una mansión de los horrores, donde se mezclaban los personajes reales y fantasmagóricos, generando un efecto Shyamalan que levantó esa historia de casas encantadas por encima del resto. Con la sexta temporada la casa encantada vuelve a ser el tema sobre el que gira la historia, pero al arrastrarnos al entorno rural logran tomar distancia respecto al típico relato. No obstante, las presencias fantasmagóricas ya han comenzado a aparecer.
Lee, su hija y la presencia
La trama de la familia Miller se desdobla en cuatro personajes principales en este segundo episodios: el matrimonio de Shelby (Sarah Paulson en la sección dramática y Lily Rabe en la parte documental, luego esto tendrá sentido) y Matt (Cuba Gooding Jr. en la sección dramática y André Holland en el documental), que pasa aquí a un segundo plano, para dar protagonismo a los acontecimientos de Lee y su hija. Lee (Angela Bassett y Adina Porter) es la hermana ex (ex-alcohólica y ex-policía) de Matt, que recibe en la casa de los horrores de los Miller a su hija en la visita de fin de semana. Ahí viene el tópico de que los niños tienen una sensibilidad especial para el contacto con lo paranormal, y la niña no tarda en establecer contacto con una entidad diabólica que puebla la casa. Justo aquí fue donde comencé a pensar en el relato típico de casa encantada, ya que no hay elemento más típico y tópico que el contacto con presencias paranormales a través de los niños. Esto, entremezclado con el escepticismo y la confrontación del conflicto familiar de una pareja divorciada, aporta carga dramática a la presencia paranormal por encima del propio terror que pueda causar o no como objeto fóbico.
Querido y amado Denis O'Hare
Mientras tanto, el matrimonio Miller, que pasa bastante de la hermana y sus problemas, siguen descubriendo acontecimientos pasados dentro de esta casa de los horrores. Sabemos que en la granja vivió gente realmente malvada, que acabó saliendo despavorida por un "algo", todavía desconocido, todavía más amedrentador. El misterio de la comunidad de Roanoke no acepta de buen grado a una inofensiva pareja de hipsters, como los protagonistas de esta nueva temporada, pero tampoco acepta de buen grado a psicóticos y asesinos que antes pasaron por la granja. Sería entrar en la conjetura, pero el grupo de paletos capitaneado por Evan Peters y Kathy Bates no quiere extraños en su terreno. Nada es lo que parece en 'American Horror Story', por lo que cualquier conjetura a esta altura es muy arriesgada, y el hecho es que Peters apenas se ha dejado ver en pantalla unos segundos en lo que va de temporada.
Sin embargo, si la semana pasada comentábamos que la narración en falso documental era un elemento refrescante para el formato de 'American Horror Story', en este segundo episodio, y ahora que la 'Bruja de Blair' vuelve, el found footage es una nueva inclusión en 'AHS', con la cinta casera de Dr. Elias Cunningham, antiguo y desquiciado habitante de la mansión. Esta pequeña grabación es íntimamente terrorífica, y la calidad de interpretación de Denis O'Hare, otro habitual en la saga, reclama un papel de mayor peso una vez más.
La semana que viene nos leemos con el 6x03 de este 'American Horror Story' en la América profunda.