El 12 de Septiembre 2017 | 19:42
Este artículo de opinión contiene información de 'Dragon Ball Super'
Con el parón de 'Dragon Ball Super' de este fin de semana me ha dado por meditar. Tengo que decir que soy un fan acérrimo del anime de Akira Toriyama, y a pesar de que 'Super' está siendo un vago ejemplo de la grandeza que tuvo la serie, no puedo decir que no esté pegado al televisor cada domingo por la mañana.
El Torneo de Poder era una de las citas más importantes, puesto que íbamos a ver a los grandes protagonistas, e incluso antagonistas, de la serie luchando codo con codo para vencer en este combate a total. Pero lo cierto es que se está haciendo demasiado largo, e incluso con capítulos como el 106, hasta tedioso.
Decisiones cuestionables
Existen personajes que han devaluado su presencia de forma notable, véase Freezer o Gohan, los cuales en vez de reafirmarse están cayendo en una rutina demasiado cuestionable para personajes que han sido fundamentales en todo 'Dragon Ball'
Si bien es cierto que todo no está tan mal, el homenaje al maestro Roshi fue impecable, estamos viviendo demasiado relleno de una trama argumental que ya comenzó siendo bastante lenta. Hay que tener en cuenta, que la saga del Torneo de Poder comienza con el reclutamiento de los 10 luchadores, una serie de episodios que parecían nunca acabar, a pesar de ser solo tres días en la serie.
Después de está infinita búsqueda de combatientes, por fin llegábamos al conflicto esperado. Una lucha sin cuartel con 80 guerreros que iba a ser mítica para la serie. Pero nada más lejos de la realidad, salvo dos o tres capítulos, el resto han sido de cuestionable calidad. Estirar el chicle hasta el mes de octubre para poder ver lo que de verdad estábamos esperando, no me parece muy lícito.
Para mí 'Dragon Ball Super' supone más una nostalgia que una buena serie. Exceptuando la trama argumental de Black Goku, que sí mereció estuvo a un gran nivel, llevamos ya 106 episodios que flaco favor están haciendo al legado de Akira Toriyama. Su presencia en el anime, a diferencia del manga, se nota demasiado. La política de Toei Animation está siendo el mayor lastre para la serie.
Malvivir de un recuerdo
Las diferencias entre el cómic y la serie son devastadoras. Es imperativo que si queréis entender 'Super', leáis el manga, ya no solo por el salto de calidad del dibujo, que está a años luz, sino porque todo viene explicado a la perfección, y no como en el anime.
Ejemplos como la sencilla transformación de Caulifla en saiyajin, concentrando la energía en la espalda, parece un insulto a momentos tan inolvidables como la primera batalla de Freezer contra Goku. La aparición de Kale, la nueva "Broly", también acabó como un quiero y no puedo, haciendo que el espectador se sintiera decepcionado de un personaje que quería rivalizar con el mismísimo Broly.
Por otra parte, Jiren, ese personaje que parece casi inalcanzable y con un poder casi similar al de los dioses, en el primer enfrentamiento contra Goku se retira para guardar energía. La misma sensación que cuando le das un caramelo a un niño y luego se lo quitas. Inexplicable, decepción, incredulidad, son solo algunas de las palabras que me rondan por la cabeza ante esta situación.
Con el especial del 7 de octubre, de una hora de duración, veremos si de verdad ha merecido la pena esta larga espera, y el Torneo de Poder da un giro de rumbo para embaucar al aficionado. Por ahora, y muy a mi pesar, la decepción está siendo más que evidente, por ello solo me queda preguntarme: Akira Toriyama ¿por qué me has abandonado?