Tenía mis dudas. En su día ni siquiera me convenció lo que había visto del cancelado 'Final Fantasy Versus XIII'. Posteriormente 'Hajime Tabata' tomó las riendas del proyecto y nos fue mostrando cada vez más retazos de lo que parecía un desarrollo interminable. Sin embargo, 'Final Fantasy' es 'Final Fantasy', me dije, y decidí darle una oportunidad. Y aunque eso justamente es lo que puede jugar tanto a su favor como en su contra, tengo que admitir que acerté de lleno. Siempre he pensado que hay que disfrutar de los videojuegos intentando dejar aparcados los prejuicios, las batallas de consolas y todo este tipo de conjeturas y subjetividades que de vez en cuando nos pueden encerrar en un bucle de crítica desmesurada. Y con esto no quiero decir que los que se hayan podido sentir decepcionados con esta decimoquinta odisea no tengan sus motivos. Evidentemente nos encontramos en constante contradicción entre las luces y las sombras que asolan el mundo de 'Final Fantasy XV'.
5 motivos por los que merece llevar este nombre
Pero para mí, mientras las sombras me parecen condicionadas por lo que la saga llegó a ser, algo que pesa mucho, las luces brillan con luz propia. Es muy fácil comparar, sentir nostalgia, e incluso añorar aquellos maravillosos tiempos. Pero también es importante ser capaz de aceptar que estamos en otros tiempos, y que las cosas han cambiado. Si tuviera que decantarme por una sola de las virtudes de 'Final Fantasy XV' lo tendría complicado. Y estoy convencido de que, muchos de vosotros, también os sentiréis identificado con esto. ¿Cuáles son los 5 elementos que para mí no solo han estado a la altura de la saga, sino que me han llegado a emocionar? Como diría 'Cloud', o incluso el propio 'Prompto' en un claro homenaje a nuestro país: "Allé voy".
Y me resulta completamente imposible no empezar por la maravillosa banda sonora. ¿Alguien es capaz de dudar de que 'Yoko Shimomura' es una de las compositoras más en gracia de los últimos años? Lo que ha conseguido con la saga 'Kingdom Hearts' es muy grande; pero lo que tenía por delante en este 'Final Fantasy XV' era aún más complicado. Cambiar de registro, mostrar igualmente su estilo, y hacernos creer que esta podría haber sido la banda sonora de cualquier 'Final Fantasy' de antaño. Todo eso y mucho más es lo que ha conseguido esta artista atemporal. Nunca antes un 'FF' había tenido tantas músicas distintas para las batallas, y además todas ellas son sobresalientes. Pero por si fuera poco, disfrutar de la banda sonora de prácticamente toda la saga en nuestro 'Regalia' no tiene precio. Bueno sí, unos cuantos guiles, pero se pagan con mucho gusto.
¿Cuál es el segundo motivo? Sin lugar a dudas el sistema de batallas. Y aquí entra en juego la "filosofada" que os he estado recitando en el primer párrafo. Una cosa es que prefiramos los combates por turnos, o incluso los 'gambits' de 'Final Fantasy XII', y otra muy distinta es que sepamos valorar el producto por lo que ofrece. Y como Action RPG, 'Final Fantasy XV' me parece simple y llanamente el mejor representante del género en todo lo que llevamos de generación. Son dinámicas, ágiles, realmente espectaculares, y muy pero que muy adictivas. ¿Que carecen de cierta profundidad? En parte sí, pero divierten como pocas. Y ya que hablo de espectacularidad, ¿cómo olvidarme del apartado visual? Ya no son los gráficos en sí mismos, que al fin y al cabo no me suelen quitar el sueño. También son las alucinantes escenas de vídeo, que no solo están a la altura de las mejores de la saga, sino que en algún caso emocionan. Eso, y el diseño artístico, que brilla con luz propia en ciudades como 'Altissia'.
Vamos ahora con el cuarto: el guión. Es cierto que tiene sus altibajos, que contiene muchos aspectos criticables, y que seguramente es el punto de todos estos más flojo de todos. Pero lo es más por el hecho de que podría haber dado más de sí, que no por no ofrecer algo excepcional y distinto. En otras palabras, los protagonistas de este 'Final Fantasy XV' son tremendamente carismáticos, dan mucho sentido al "viaje" de amigos que viviremos, y es prácticamente imposible no cogerles cariño. Y en cuanto al arco argumental principal, aunque tarda mucho a arrancar, tras haber terminado el juego tengo la sensación que las últimas 7 horas de juego han sido alucinantes. De haber empezado así de fuerte, probablemente estaríamos hablando de un guión a la altura de los mejores de la franquicia. El malo tiene carisma, y hay momentos para emocionarse y hasta llegar a odiar al Imperio. Y finalmente, los guiños a la saga. Por ahí he leído que se hacen con poca gracia; que se abusa de ellos; o incluso que sobran.
Personalmente no puedo estar más en desacuerdo. Me encanta el papel que tienen las invocaciones a nivel argumental, es alucinante que algunos personajes emblemáticos aparezcan como enemigos, o simplemente me ha saltado más de una lagrima al ver escenarios que recuerdan sospechosamente al de los anteriores. Pero además, muchos de esos detalles están ocultos y solo pueden ser disfrutados si uno le da una segunda oportunidad, tras disfrutar de la aventura principal. Llegados a este punto te estarás preguntando... ¿y el mundo abierto? Sinceramente, me ha gustado y disgustado a partes iguales (ahí está esa contraposición entre las luces y las sombras), pero la cuestión es que tampoco me ha molestado en absoluto. Lo importante, es que en todo momento me ha parecido estar jugando a uno de aquellos juegos de Square en los que los valores de producción son altísimos, y en los que, comparaciones aparte, se me ofrece un videojuego colosal. Lleno de horas de diversión, y sobre todo, con las emociones a flor de piel. Bravo, 'Tabata'.