El 21 de Noviembre 2017 | 10:16
El autor del famoso manga 'Rurouni Kenshin', Nobuhiro Watsuki, ha sido declarado sospechoso de tener en su haber material que podría ser considerado pornografía infantil. Ha sido el medio japonés Yomiuri Shimbun el encargado de dar la noticia esta misma mañana y, al parecer, si acabara siendo sentenciado culpable podría enfrentarse a una sanción económica bastante importante. Por poseer pornografía infantil, podría pasar un año en la cárcel o verse obligado a pagar una sanción de nada más y nada menos que un millón de yenes.
Al parecer, y tal y como comentan los responsables del Departamento de la Policía de Tokio, la investigación comenzó el pasado mes de octubre. Fue entonces cuando se encontraron en su oficina grabaciones en DVDs llenas de desnudos de jóvenes menores de edad. Las grabaciones eran caseras, y algunas se correspondían a niñas de nada más y nada menos que diez años.
En ese mismo momento, la policía le acusó de "poseedor simple" de pornografía infantil, y comenzó la investigación. Nobuhiro Watsuki no tuvo ningún reparo a la hora de admitir que, efectivamente, le gustaban "las chicas de último año de primaria hasta el segundo año de secundaria". Es decir, niñas de entre diez y trece años, aproximadamente.
No es la primera vez que es acusado de algo así
Nobuhiro Watsuki ha admitido que siente atracción por las niñas, algo ya evidente, puesto que no es la primera vez que se le acusa de poseer material de este tipo. Desde el año 2015, ser poseedor de pornografía infantil está sancionado por ley. No obstante, la pena es bastante más débil de lo que muchos querrían, sobre todo teniendo en cuenta lo que conlleva el hecho de poseer pornografía infantil.
Para que hombres como Nobuhiro Watsuki puedan tener esos vídeos, las niñas se ven obligadas a desnudarse delante de cámaras, y a realizar actos que atentan totalmente contra la libertad y los derechos de los infantes. En España, la pena por tener pornografía infantil tampoco es mucho mayor; la pena suele ser entre tres mes y un año de prisión, más o menos. Además, no se considera delito el descargar y borrar inmediatamente el archivo, sino que la persona debe haber descargado más de un vídeo.