Es innegable que Japón es un país particular. Tal es el límite al que llega que a la hora de celebrar los Juegos Olímpicos 2020 no se conforma con hacerlo al igual que otros países: quiere rendir homenaje a su cultura, y por tanto ha decidido hacer un nombramiento especial entre sus embajadores. Son Goku, protagonista de la franquicia 'Dragon Ball' y salvador de nuestros pecados, será embajador oficial de los próximos Juegos Olímpicos de Tokio.
No es una decisión tomada al hacer si la pensamos. Son Goku no es sólo una de las imágenes más representativas del anime, una de las formas culturales más influyentes de hoy en día, sino que también es un modelo a seguir dentro del deporte. Su optimismo y confianza le ha llevado siempre a retar a sus propios límites, nunca conformándose con sus capacidades y deseando ser más fuerte en todos los aspectos. Son Goku jamás se ha rendido, y ante las adversidades siempre ha llevado su potencial un paso más allá con entrenamiento y esfuerzo. Es lógico, por tanto, considerar al personaje como la cara representativa de los próximos Juegos Olímpicos.
Un ejemplo a seguir
El personaje es protagonista de 'Dragon Ball', creación de Akira Toriyama que empezó siendo un joven con un extraordinario poder al que nadie podía hacer frente, pero que en su camino comenzaba a encontrar adversarios más dignos frente a él. A día de hoy se espera el estreno en España de 'Dragon Ball Super', la cuarta serie de animación dentro de la franquicia que remarca el regreso de Goku tras el final de 'Dragon Ball Z' y que llevará al héroe a enfrentarse ya no sólo a amenazas alienígenas, sino mismísimos dioses.
Durante los Juegos Olímpicos no faltará la presencia de otras grandes caras japonesas como Super Mario, Sonic o Pac-Man, además del merchandising de otras tantas series anime.