El 6 de Octubre 2016 | 14:02
La pasada semana, The Pokémon Company nos deleitaba con un nuevo cortometraje animado de su miniserie 'Generaciones Pokémon', la cual se compone de un total de 18 episodios cortos que dan un repaso a todos los títulos de la franquicia hasta llegar a la sexta Generación: desde Kanto hasta Kalos.
Con anterioridad hemos podido disfrutar de los tres primeros episodios, el primero de ellos siendo un cortometraje con un Pikachu como protagonista que en sus combates ilustra algunos de los grandes momentos que hemos vivido junto a los videojuegos. El segundo episodio, centrado en las investigaciones de Handsome en busca del Team Rocket, ya nos dejaba pistas de que este proyecto animado buscaba ofrecernos la historia que sucedía en paralelo al canon oficial y de la cual no pudimos ser testigos en los juegos. Finalmente, el tercer episodio nos mostraba la gesta de Azul por hacerse con el liderazgo del Alto Mando en la región de Kanto. Ahora, en este cuarto episodio se nos lleva de la mano hasta Johto, la segunda generación de los juegos, para ser testigos de una historia protagonizada por Lance y su Dragonite.
El Team Rocket despega de nuevo
Mencionado Lance, muchos seguramente imaginaréis el lugar en el que transcurren los hechos de este cuarto episodio. Se trata del Lago de la Furia, situado al norte de Pueblo Caoba, donde unas extrañas ondas malignas están causando estragos en los Pokémon de aquella zona, forzándolos a evolucionar y alterando su comportamiento hacia uno más agresivo -ejemplo de ello, el Gyarados rojo variocolor. Como no puede ser de otro modo, el Team Rocket anda detrás de todo este embrollo, pero Lance se infiltra en la base del lago para pararle los pies a estos malhechores que pretenden volver a resurgir de las cenizas. Los aliados de Lance son su robusto y temible Dragonite, que hace gala de su inmensa fuerza, así como Oro, al cual vemos tan solo durante unos segundos.
Pero nuestros protagonistas son los que son, y más allá de los segundos estelares de un Oro de rostro borroso, la acción se centrará en los ya citados Lance y Dragonite. Las medidas de seguridad de aquella base de operaciones ilegal no tardan en informar a los vigilantes del Team Rocket de la presencia del miembro del Alto Mando de Kanto, por lo que estos le impiden el paso en una escena triunfal bastante peculiar. Si bien la intención de los animadores era la de hacerlos parecer intimidatorios en su lento caminar hacia Lance, las exageradas posturas -una mezcla entre macarra japonés de los 80 y abuelo con problemas de espalda- le dan un aspecto cómico y absurdo a la breve escena. Pero bueno, al menos hemos conseguido esbozar una sonrisa.
Un episodio que se deja querer y disfrutar
Esta escena es debida a un trabajo de animación irregular que mezcla momentos realmente trabajados con otros cuya animación deja bastante que desear. Esto se logra superar gracias a que, a diferencia de los anteriores episodios, aquí no se pretende abarcar a la vez numerosos hechos. La continuidad de las escenas son mucho menos abruptas, provocando que el visionado del episodio sea mucho más agradable y deje en el espectador una mayor sensación de satisfacción. A cambio, ya no se muestran tantos mensajes de fondo más allá de pequeñas referencias visuales que describen por sí mismo lo que está ocurriendo en cada momento -véánse, por ejemplo, las antenas que asoman de las copas de los árboles nada más comenzar el episodio-. A todo esto se le suman combates breves, pero coherentes y sin cortes.
Nuevamente, la intención de dotar a los Pokémon de un comportamiento instintivo y radicalmente distinto a lo que nos tienen acostumbrados en el anime, añade puntos a la experiencia. Que gruñan y emitan ruidos es más creíble que un "pika-pi" o un "charmander-char", algo que se complementa perfectamente con otras características de cada Pokémon. Dragonite no solo demuestra tener una fuerza bruta, sino también una inteligencia muy superior que le permite entender lo que su Entrenador le hace llegar.
Por último, breve mención al apartado musical, el cual me ha recordado bastante al de los videojuegos. Son temas principalmente temas dedicados a aportar énfasis y emoción a los combates, y también para acompañar la celeridad con la que Lance avanza en la base que el Team Rocket tiene en el Lago de la Furia.
Y esto es todo. Este próximo viernes nos espera un nuevo episodio y con ello una nueva crítica. Hasta entonces, ¡nos vemos!