El 13 de Mayo 2016 | 12:55
Como cada emana, volvemos con nuestro particular análisis del último capítulo de 'Dragon Ball Super', que como bien sabéis lleva casi un año emisión en Japón. Llegamos a un momento de incertidumbre en la serie tras el notable arco argumental del torneo entre el Universo 6 y el Universo 7, así que es normal que la Toei se haya decidido a tomar un descanso tras todas estas semanas de puro clímax.
Con los capítulos 40 y 41 se nos presentó a Zeno, el máximo cabecilla dentro de los doce universos de Dragon Ball, además que ya sabemos que es capaz de elegir y dotar del cargo de Dios de la Destrucción (u otros poderes) a quien él quiera.
Se trata de un episodio de puro relleno, donde hemos tenido humor en diferentes escenas y momentos que serán difíciles de olvidar. Es de esperar que estemos aproximadamente hasta el mes de junio sin avanzar en la trama de la serie, que poco a pocos e va acercando a su ecuador (contará con cien capítulos), pero si hay algo que nos ha permitido ver este episodio número 42 de 'Dragon Ball Super' es que Goku es desafiado, se le pone a prueba y podemos leer entre líneas que él y solo él puede ser capaz de superar a Bills en el futuro, con todo el celo que puede levantar ello en Vegeta.
Una pequeña pelea entre un supuesto Monaka y Goku cuenta con más humor que otra cosa, pues el protagonista de la película de 'La Batalla de los Dioses' se vuelve a marcar un buen tanto al comerse al resto de personajes con su idiosincrasia. Las ocurrencias de los guionistas no han estado nada mal en este episodio, así que si tienen que seguir haciendo relleno próximamente no estaría nada mal que fuese como en este capítulo 42.