El 19 de Septiembre 2016 | 04:56
El director y animador Makoto Shinkai es uno de los autores de animación japonesa más especiales, pues a través de sus cintas se nos regalan momentos cotidianos repletos de dulzura, sueños, amor... y nostalgia. Historias bonitas, rupturas inevitables y vidas que comparten un mismo cielo, todo ello mostrado mediante una poética narrativa visual, con un talento inigualable.
Su última película ha sido bautizada como 'Kimi no na wa' -Tu nombre-, y esta parece haber provocado en Japón un interés por revisar trabajos pasados del director. Si una de tus películas favoritas es '5 centímetros por segundo' y en otoño vas a pasarte por Japón tienes una cita obligada que no puedes perderte: ver la película en un parque, bajo el cielo estrellado de Tokio. Es un planazo ¿no crees?
La escena perfecta
Detrás de esta preciosa iniciativa se encuentra el Museo Nacional de Tokio, ubicado en el espacioso Parque Ueno, en Tokio. Los días 14 y 15 de octubre, a las 19:00 horas -de Japón- cualquiera podrá acercarse para contemplar la citada cinta a cielo abierto. Lo mejor de todo: la entrada es gratis -el viaje en avión no tanto.
Los asistentes tendrán a su disposición varios puestos de comida para saciar el apetito o ir picando mientras se observa esta, una de las mayores obras maestras recientes de la animación. La pantalla tendrá unas dimensiones bastantes generosas, y prueba de ello es que habrá más de un centenar de asientos para disfrutar de su visionado.
La película 'Kimi no na wa' ha logrado recaudar en Japón 6,2 millones de yenes, situándose durante tres semanas en lo más alto de la cartelera japonesa.
'5 centímetros por segundo' ha sido editada en España por parte de Selecta Visión, quienes nos ofrecen la siguiente sinopsis oficial:
¿A qué velocidad debo vivir para poder volver a verte?
Las vidas de Akari Shinohara y Takaki Tono se separaron el mismo día que acabaron la escuela primaria. A pesar de los sentimientos especiales que albergaban el uno hacia el otro, los padres de Akari se trasladaron a otra ciudad y la distancia les obligó a mantener el contacto a través de cartas. Un año después, Takaki viaja en tren en condiciones climáticas adversas para reencontrarse con Akari. Pero el inexorable paso del tiempo los separa cada vez más hasta que las cartas dejan de llegar y cesa todo contacto. Aún así, Takaki no puede quitarse de la cabeza la idea de reencontrarse con ella, lo que le impide interactuar satisfactoriamente con el mundo y la gente que le rodea.