El género de la conducción en los videojuegos se suele dividir entre dos vertientes muy diferenciadas: la simulación y el arcade. Mientras que la primera intenta adherirse lo máximo posible a la realidad, recreando con la máxima fidelidad posible el comportamiento de los vehículos, la complejidad y el sentimiento de conducción más puro, la segunda vira hacia un lado mucho más distinto. La locura, la velocidad endiablada y un anarquismo en la pista que sólo obedece a las posiciones de los coches que determinan los ganadores de la carrera. 'Trackmania' suele regirse más por esto último, con recorridos y saltos imposibles para coches de esas características. Loops, saltos y piruetas loquísimas se dan la mano con la música tecno y los bólidos de alta gama. 'Valley' es la última expansión de 'Trackmania 2', que añade nuevos conceptos y desafíos a la fórmula para hacerla todavía más demente y divertida.