Andrzej Sapkowski, escritor polaco conocido por sus novelas de fantasía con tintes e influencias eslavas, vendía a CD Projekt RED, un estudio de su país natal, los derechos sobre la saga de Geralt de Rivia, cuya primera entrega había sido publicada en 1986 con un gran éxito entre el público y la crítica.
CD Projekt había sido una de las empresas que más apoyo a la distribución de juegos de rol de corte occidental mostraba en su país de origen, encargándose de la distribución de sagas como 'Baldur's Gate', pero con la compra de los derechos de Geralt de Rivia querían desarrollar su propia saga, algo que terminó por materializarse en el año 2007, cuando llegaba a PC 'The Witcher', siendo éste un título de rol de corte occidental que popularizó fuera de Polonia las aventuras del brujo, que para entonces contaba con siete obras en su país natal.
En el controlabamos al propio Geralt, que tras curar a la hija del rey, es trasladado a la fortaleza de Kaer Morhen, que es atacada poco tiempo después de su llegada, por lo que tanto él como el resto de brujos deciden emprender diversos viajes para averiguar quién se encuentra detrás del ataque y cuáles son sus intenciones.
El éxito internacional de esta primera aventura, donde los jugadores podían optar entre tres estilos de lucha distintos y una fuerte presencia de la alquimia, propició que una segunda entrega llegase al mercado en 2011 como un desarrollo para PC y Xbox 360 donde el estudio ya desarrollaba su propio motor gráfico, el REDEngine, tras haber usado en la primera entrega el Aurora de Bioware.
El cambio de motor gráfico no era la única novedad que incorporaba esta secuela, donde Geralt se convertía en uno de los últimos brujos que habitan el mundo, permitiendo que el jugador tome en esta aventura varias bifurcaciones de la historia que desembocan en varios finales distintos según las acciones realizadas. El éxito de la franquicia terminó de asentarse con esta secuela, que volvía a expandir el universo creado por el escritor polaco, haciendo aún más conocida a la saga hasta el punto de que varias distribuidoras se interesaran por la saga y los beneficios que podría reportar.
Por entonces CD Projekt había desarrollado su propio servicio de distribución digital, GOG, y la publicación de esta secuela en el servicio fue uno de los grandes acontecimientos del mismo, ya que no incluía ningún tipo de DRM.
Cuatro años más tarde llegaba al mercado 'The Witcher 3: Wild Hunt', considerados por muchos fans del género como el máximo exponente del rol occidental de los últimos años gracias a sus posibilidades jugables a un aspecto gráfico que mostraba la fuerza bruta que el motor creado por el estudio era capaz de gestionar en las máquinas de octava generación. Entre el lanzamiento de esta entrega y su predecesora se llevaron a cabo diversos proyectos menores para dispositivos móviles o centrados exclusivamente en las posibilidades online, algo de lo que la saga principal siempre ha huído, pues según el estudio quieren crear una proyecto sólido para disfrutar de forma independiente.
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