'Spelunky' es una de las sagas independientes más exitosas de los últimos tiempos. Con un pretexto y un desarrollo simples, consigue derrochar originalidad e imaginación a raudales. ¿Qué te parecería ponerte en la piel de un arqueólogo que debe investigar ruinas llenas de secretos enemigos y trampas? Esto es, a groso modo lo que ofrece 'Spelunky'. Un juego que genera niveles de manera procedural llenos de inventiva, en los que nuestro objetivo no es solamente encontrar la salida, sino también conseguir mejorar nuestro personaje y riqueza de cara a llegar lo más lejos posible. Nunca sabes qué trampa te va a matar, que enemigo habrán puesto justo después de tu salto, o si te conviene arriesgarte ante aquel objeto que vislumbras a tu alrededor.
De algún modo podríamos encasillar a la saga en el género de las plataformas, pero también en el de roguelike, incluso en el de la acción, o por qué no en el del género arcade de toda la vida. Los controles son ágiles, la repetitividad nunca se nota de manera alarmante debido a la gran variedad de elementos que intervienen, y sobre todo la exigencia nos obliga a mejorar constantemente.
Diferentes ambientaciones, enemigos, objetos que descubrir y mecánicas con las que salvaguardar nuestras vidas en un juego altamente adictivo que gustará a cualquier tipo de usuario, y que sobre todo enamorará a aquellos que estén buscando un reto a la altura. Gráficamente es muy minimalista, pero también colorido y efectivo, y el sonido también acompaña -de manera épica y hasta cómica.
Tampoco nos podemos olvidar de sus intenciones sociales, no solo por el cooperativo -hasta ahora local-, sino también por la posibilidad de jugar desafíos online en los que podemos ver dónde y cómo han muerto nuestros amigos, así como competir en listas globales. Algo que gana interés, teniendo en cuenta que en esos niveles diarios, a todo el mundo se le generan los mismos mapas (aparte de que disponemos de un único intento para sobrevivir).
Es el tipo de juego que resulta perfecto para partidas rápidas, pero que también invita a profundizar en el ensayo error -más con las mecánicas y elementos que con los mapas- de cara a seguir mejorando y llegar cada vez más lejos. Y por lo tanto, también es una saga de durabilidad más que notable. Puedes llegarte a cansar de él, pero es más probable que lo hagas por rendición que por aburrimiento. E incluso en el supuesto de que te acabe ocurriendo eso, lo más probable es que al cabo de un tiempo vuelvas a tener ganas de darle una nueva oportunidad.
Actualmente tenemos anunciada una segunda entrega que promete seguir la estela del original, pero cambiando el personaje que todos conocemos, por el que podría ser su propio hijo. Mantendrá las señas de identidad jugables pero se espera que también amplíe horizontes, probablemente incorporando más opciones sociales y también nuevas mecánicas. La estética no engaña, y demuestra que se ha conseguido crear un producto con una marca muy identificable y realmente simpática.