La ya desaparecida THQ y Kaos Studios, que habían colaborado en el desarrollo y lanzamiento de 'Frontlines: Fuels of War', se adentraron en 2011 en una nueva propuesta de acción conocida bajo el nombre de 'Homefront', un videojuego de acción en primera persona que cuenta la historia de un movimiento de resistencia que lucha en un futuro próximo contra la ocupación militar del oeste de Estados Unidos por una Corea unificada bajo el mandato de Kim Jong-Un.
La historia del juego se inicia en 2010, cuando se desatan grandes tensiones entre Corea del Norte y las potencias mundiales debido a la agresión militar del país, incluyendo su exitoso ensayo de armas nucleares y el hundimiento de un barco surcoreano. Tres años más tarde de estos hechos, y uno después tras fallecer Kim Jong-Il, su hijo toma el control y unifica a las dos coreas para formar la Gran República de Corea, convertida en una potencia global tecnológica y económica que comprende la fuerza militar del Norte y la potencia económica del Sur.
Tras varios años de batallas entre diversos estados, el precio del petróleo se dispara y las enfermedades en América se incrementan, lo que causa una pequeña revolución en Estados Unidos, momento que el nuevo líder coreano aprovecha para invadir el país. Nos situamos en el año 2027 como parte integrante de esta pequeña revolución que busca recuperar el terreno conquistado, bebiendo de otros títulos de corte similar como 'Medal Of Honor' y 'Call Of Duty'.
Aunque su modo campaña no incorporaba grandes novedades respecto a otras propuestas, su modo multijugador si incluía algunas propuestas interesantes de cara al usuario, que debía hacer uso de puntos de batalla, una moneda que permite comprar armas, equipo o vehículos para usar en las partidas, pensadas siempre para desarrollarse a gran escala. Los jugadores pueden ganar puntos completando objetivos y aumentando su cantidad de muertes, y pueden elegir gastar sus puntos entre muchas compras pequeñas, como armas, misiles y drones, o artículos más grandes y de mayor costo, como helicópteros y tanques.
Su éxito para la época no fue muy esperanzador de cara a secuelas, y la desaparición del estudio responsable y de THQ después no auguraron un futuro a largo plazo para la franquicia, pero Crytek adquirió los derechos de la saga, que posteriormente acabarían en manos de Deep Silver, que en 2016 lanzaba al mercado una reboot de la saga bajo el nombre 'Homefront: The Revolution'.
Esta nueva propuesta dentro de la saga funcionó aún peor que su predecesora, principalmente al verse lastrada por un desarrollo donde intervinieron diversos estudios, cada uno dejando patente una visión distintas de qué querían llevar a cabo con la propuesta jugable. Finalmente el título que encontramos en el mercado es un first person shooter ambientado en un mundo abierto que mantiene con el original algunas premisas, como la invasión de Estados Unidos por parte de Corea, alabando las posibilidades que ofrecía en cuanto a personalización de las armas, pero con una narrativa y un aspecto técnico que interrumpen cualquier punto positivo del título hasta el punto de que muchos ya han dado a la saga por muerta.
2016
2011