El padre de la franquicia 'Grand Theft Auto', David Jones, volvía al género de los sandbox tras varios años alejado del género con 'Crackdown', un título de acción en mundo abierto con una estética futurista en el que asumimos el rol de un agente de seguridad con habilidades potenciadas y varios elementos tecnológicos para combatir el crimen como parte de 'la agencia', para la que deberemos realizar diversas misiones y encargos hasta poner fin a los Muertos, Volk y Shai-Gen. tres bandas que controlan la ciudad y se encuentran distribuidas en las tres islas que le dan forma.
La propuesta se pensó originalmente como un título para la Xbox original, pero finalmente el equipo realizó la labor para Xbox 360, donde vio la luz en 2007 cosechando generalmente críticas positivas, pues mezclaba con acierto las posibilidades de explorar Pacific City con elementos más habituales de los títulos de acción clásica.
Tres años más tarde, también para la misma Xbox 360, Ruffian Games tomaba el testigo de Realtime Worlds en el desarrollo de su secuela, ya sin David Jones al frente, que se encontraba involucrado en 'APB', un título de corte similar. Esta segunda entrega añadía como novedad la incorporación de un modo cooperativo para cuatro jugadores y diversas posibilidades competitivas a nivel online, así como un renovado aspecto gráfico, potenciando aún más esa cercanía al cel-shading que a la recreación realista de personajes y entornos.
La propuesta, aunque gozó de un éxito que le permitió contar con varios contenidos descargables y la producción de una tercera entrega, obtuvo un recibimiento mucho más dispar que su predecesor, algo que no pasó desapercibido en Microsoft, que volvieron a contar con el creador original de la franquicia para que comenzase a trabajar en una tercera entrega, prevista para Xbox One, que hiciese uso de todo el potencial del nuevo hardware.
En Realtime Worlds tomaron la propuesta al pie de la letra y comenzaron a trabajar en el desarrollo del título, vendido al público como uno de los máximos exponentes de lo que Xbox One podría hacer gracias a derivar el cálculo de algunas físicas a la computación en la nube, una de las características más comentadas de los primeros años de la plataforma. A pesar de que en estos tiempos se enseñó un material jugable, e incluso se aventuraron a dar fechas de lanzamiento, el proyecto se retrasaba de forma habitual hasta el punto de que muchos usuarios ya lo daban por cancelado.
A pesar de las dificultades en su producción, Microsoft aseguraba que el proyecto saldría al mercado en primavera de 2018, apostando en esta ocasión por un cel shading mucho más trabajado que en sus anteriores entregas y con muchas más opciones de destrucción, una de las señas de identidad de la saga desde sus orígenes, aunque los usuarios siempre han dudado de que el nivel prometido por el estudio en este cambo pudiese llegar a reproducirse tal cual en el hardware de Microsoft, que con el lanzamiento de esta tercera aventura ponía en tela de juicio la continuidad de la franquicia.
2019