Criterion Games, y originalmente Acclaim, desarrollaron esta franquicia como una saga de conducción de corte arcade donde la espectacularidad era una de sus bazas más llamativas de cara al jugador, que pudo disfrutar en 2001 de una primera entrega lanzada para la sexta generación de consolas en la que destacaba su desarrollo a través de varios eventos que constaban de varias carreras cada uno de ellos en circuitos donde el tráfico era una constante a evitar, pues podíamos desencadenar accidentes que eran recreados de forma muy espectacular para la fecha.
A medida que ganábamos eventos desbloqueamos eventos face off, donde debíamos realizar competiciones de 1 contra 1 para ganar el coche de nuestro rival, aunque también contábamos con modalidades como carrera en solitario, que nos servía a modo de práctica, o las habituales pruebas contrarreloj. A ella había que sumar el original modo supervivencia, donde debíamos completar el circuito sin accidentarnos ni una sola vez.
Dos años más tarde llegaba a PlayStation 2 y el resto de plataformas de la época su secuela directa, que mejoraba los elementos ya vistos en el primer arcade y añadía otras modalidades, como el Crash, donde debíamos causar el mayor daño posible a nuestros rivales para acumular mayor puntuación y situarnos en cabeza, aunque no llegásemos los primeros a meta.
Por aquél entonces la franquicia ya se había convertido en un referente de la conducción arcade, pero fue en 2004 cuando con la salida de 'Burnout 3: Takedown', su éxito se disparó. En esta entrega contábamos con el "World tour", la modalidad clásica en la que competíamos en carreras a lo largo del planeta en circuitos ficticios. A ella se suma el modo Road Rage, donde debemos colisionar con un determinado número de coches o el renovado modo Crash, donde en esta ocasión corremos a gran velocidad hacia una intersección intentando crear el mayor coste económico en reparaciones.
En todos ellos, el conducir por el carril contrario, a rebufo, provocar accidentes o circular pegados a otros vehículos nos permiten ganar turbo con el que ganar las carreras o provocar un mayor daño en los vehículos y entorno, pudiendo hacerlo con 63 coches distintos.
Tras esta entrega se lanzó 'Burnout Revenge', el último título pensado inicialmente para la sexta generación de consolas. En él, junto a todas las posibilidades ya vistas en las anteriores entregas, se incorporaba la posibilidad de hacer explotar nuestro coche tras un accidente para causar mayor daño.
Todos estos títulos se habían desarrollado en base al motor renderware, por lo que el aspecto gráfico y su solidez técnica eran ya una de las marcas de la franquicia, que dejaba ver una auténtica sensación de velocidad hasta el punto de que algunos recorridos se volvían difíciles de completar a grandes velocidades.
Entre estas entregas y la última de la saga, 'Burnout Paradise', lanzado al comienzo de la séptima generación de consolas, se desarrollaron dos proyectos algo menores para consolas portátiles como PSP y Nintendo DS, pero el público esperó con ganas la llegada de la saga a la por entonces nueva generación, que permitió mostrar un entorno de mundo abierto que, años después, se puede volver a disfrutar tras el remaster realizado por Electronic Arts, dueña de la licencia desde la tercera entrega de la franquicia.
2011
2008
