Majesco y Terminal Reality lanzaban al mercado en 2003 un título de acción y aventuras cuya protagonista Rayne, toma el mismo planteamiento que otro personaje muy conocido en el sector del cómic y el cine com es Blade. Al igual que éste, Rayne es una mujer mitad vampira, mitad humana y busca encontrar a su padre en 1932, un período caracterizado por ser el entreguerras mundiales.
Su búsqueda y sus enfrentamientos contra los vampiros le llevará a conocer la Brimstone Society, una sociedad secreta con la que empezará a colaborar como espía a lo largo de diversas misiones de toda clase contra los alemanes, que tras su derrota en la primera guerra mundial han comenzado a especializarse en elementos sobrenaturales, algo con los que desea acabar por completo la organización.
Esta primera propuesta se lanzó como un título multiplataforma para la sexta generación de consolas y fue de los primeros en recibir en dicha generación el calificativo de "para mayores de 18 años", principalmente, debido a la violencia de la que hacía muestra cada batalla, donde Rayne, convertida ahora en la agente BloodRayne, contaba con habilidades como el tiempo bala visto en títulos como 'Max Payne' y otras más visuales como el poder absorver la sangre de los enemigos para recuperarnos.
De entre todas las plataformas la peor parada fue el PC, pues esta entrega no estaba totalmente optimizada para los compatibles, que aún así, también recibieron su secuela en 2006, donde nuevamente la acción en tercera persona volvía a ser el centro principal de un desarrollo que comandaba nuevamente Majesco.
Esta secuela nos hace avanzar en el tiempo hasta el año 2000 y supuso el final de unas bases que podían haber prolongado la vida de la franquicia hasta la actualidad. En esta ocasión los vampiros desean liberar un poder que les permitirá ser inmunes a la exposición solar, por lo que Rayne deberá hacerles frente en una historia completamente nueva, pues no será necesario haber jugado a la primera entrega para conocer sus orígenes o cómo ha llegado hasta donde está. A través de diversos flashbacks todos momentos son explicados en el desarrollo de la historia.
A lo largo de las más de 30 fases con las que cuenta esta secuela deberemos hacer frente a los vampiros con pocas novedades respecto a su predecesor, aunque las formas de acabar con ellos sí incorpora novedades, como 12 fatalities al más puro estilo 'Mortal Kombat'. Aunque como secuela podía funcionar, las bajas ventas del primero no ayudaron a que ésta fuese conocida entre el gran público, que ante un catálogo en la época con franquicias de mayor peso, dejó que las aventuras de la vampira quedasen en un lejano segundo plano.
Ni la adaptación cinematográfica de Uwe Boll, conocido por adaptar videojuegos con dudoso gusto, en 2005 consiguió revitalizar una franquicia que contaría con una última entrega en 2011 para compatibles, PlayStation 3 y Xbox 360 conocida como 'Bloodrayne Betrayal'. Esta entrega se lanzó de forma digital y cambiaba por completo de registro. Ahora Rayne se muestra en un entorno en dos dimensiones, debiendo compartir aventura con un nuevo compañero con momentos que recuerdan a la saga 'Castlevania'.
2011
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