Las plataformas clásicas son uno de los géneros predilectos de los videojuegos. Diversión pura y dura, diseño de niveles muy pragmático, y por lo general un derroche de simpatía sin igual que los hacen irresistibles. Los favoritos del público suelen ser los plataformas bidimensionales, los que beben directamente de la escuela del primer 'Super Mario Bros'. Avance lateral, saltos sobre superficies con pinchos o fuego, saltos sobre enemigos para acabar con ellos, etc... Elementos tan típicos que permiten que conozcamos un juego incluso antes de jugarlo. Es lo que le pasa a 'Oozi: Earth Adventure', un pequeño título indie que se acoge a la definición más pura y clásica de las plataformas en dos dimensiones. Manejamos a Oozi, un pequeño ser alienígena cuya nave se vio forzada a aterrizar en la Tierra y ahora debe buscar la manera de volver a su planeta natal. Se caracteriza por ser un juego accesible para todo tipo de jugadores.