Aprendemos inglés jugando. Mediante una serie de pruebas, vamos a encarar la dificultad creciente de ejercicios de comprensión, pronunciación, lectura rápida y elección de términos adecuados en cada frase, en función de la situación.
Como cualquier juego de este estilo, no hay que tener en cuenta ningún aspecto de la trama ni hay que atender a la idiosincrasia de nada. Es un título que se centra en que leamos o en que dejemos de hacerlo. Más complicado conforme nos acercamos a los niveles superiores, y también un juego en el que vamos a trabajar por etapas diarias. Lo más útil es emplear el juego en sesiones de juego no muy prolongadas pero constantes, repitiendo cuantas más veces cada objetivo, mejor.
Una opción excelente en lo que se refiere a ganar vocabulario y mejorar las construcciones de las oraciones gracias al uso de la pantalla táctil y diferentes perspectivas que ofrece cada misión.