Los juegos de mundo persistente comenzaron a popularizarse a través del género RPG, pero su éxito dio en lugar la creación de mundos persistentes para otro estilo de juegos. Así, los juegos de acción en primera persona también encuentran casos de mundo persistente, en los que el universo se mantiene como una batalla abierta en la que los jugadores entran y salen. La característica principal de estos FPS es que el universo del juego trasciende al jugador, desarrollándose acontecimientos independiente de que un jugador individual permanezca conectado.