El estudio valenciano The Barberian Game Studio le da una vuelta de tuerca ingeniosa al clásico Tetris haciendo que las figuras con las que hemos crecido ahora formen todo tipo de figuras que deberán ser reconstruidas por los jugadores jugando con la rotación del escenario así como de las propias figuras teniendo en cuenta la forma y los colores de las mismas. El juego se vale de unas mecánicas realmente sencillas de comprender para hacerse inmediatamente accesible a cualquier jugador y se vuelve cada vez más desafiante haciendo así que la adicción esté servida dada la velocidad con la que podemos completar los niveles (o fracasar en el intento y volver a repetir). Ayuda un apartado visual muy básico que no se vuelve repetitivo al recurrir al homenaje de otros videojuegos independientes en sus niveles. Une todo con una música electrónica que potencia el ritmo frenético de sus enrevesados puzles ofreciendo una experiencia perfecta para partidas cortas o competir en los marcadores mundiales.