La gala de los Oscar 2022 ha tenido un gran protagonista: Will Smith. Pero no tanto por el Oscar a la mejor interpretación protagonista por su papel en 'El método Williams', sino más bien por la bofetada que le ha propiciado antes al humorista Chris Rock. Todo ha ocurrido en el escenario del Dolby Theatre de Los Ángeles, delante de millones de personas que estaban siguiendo la retransmisión en todo el mundo. ¿El motivo? Rock había hecho un chiste sobre la esposa del actor, Jada Pinkett Smith.
Un humor muy característico
Dejando de lado el incidente (vía Deadline), lo cierto es que Rock destaca por tener un humor muy punzante. En cualquier caso, la broma en cuestión es que la mujer de Smith se encontraba en el patio de butacas con la cabeza rapada. Y el humorista aprovechó para comentar que la veía participando en la secuela de 'La teniente O'Neill'. Si lo recordáis, se trata de una película de 1997 en la que Demi Moore interpretaba a una soldado. Sin embargo, el motivo por el que Jada tenía la cabeza rapada era más delicado: un problema de alopecia.
¿Estaba todo preparado? Teniendo en cuenta cómo se ha producido todo, con Will Smith riéndose en primera instancia sobre el chiste y subiendo justo después al escenario para pegarle a Rock con la mano abierta, lo cierto es que lo parecía. Sin embargo, poco después el tono de Smith ha descolocado a todo el mundo: "Mantén el nombre de mi mujer fuera de tu p*** boca", ha dicho efusivamente. Básicamente, si hubiera sido guionizado, difícilmente se hubieran empleado palabras malsonantes.
Además, cuando poco después le tocó subir a recoger el premio, su disculpa parecía sincera, ya que fue entre lagrimas: "Espero que me volváis a invitar", dijo. Por su parte, una hora después, la Academia de Hollywood publicó en las redes sociales que "no consiente violencia de ningún tipo". Es cierto que no hizo ningún tipo de referencia al incidente en sí, pero es evidente que estaban hablando de ello.
Asimismo, Smith no acudió a la sala de prensa tras recoger su premio y tampoco se le vio en el cóctel posterior. Aún con todo, sus últimas palabras en el discurso por haber ganado el Oscar, han sido muy bonitas: "Quiero ser embajador del amor. Quiero pedir disculpas a la Academia, y al resto de los nominados. Es un momento precioso; mis lágrimas no son por ganar el Oscar, sino por arrojar luz a todo el reparto de El método Williams", dijo.