El 4 de Febrero 2018 | 18:37
Hace unos meses, la actriz Uma Thurman aseguraba que tenía ''algunas razones para estar enfadada'' con el famoso productor de Hollywood, Harvey Weinstein. Como sabemos, Weinstein ha sido noticia los últimos meses debido a sus múltiples acusaciones sobre abuso y acoso sexual que éste había llevado a cabo con muchas figuras del séptimo arte. Hoy la última persona en hablar de ello ha sido Thurman y ha explicado el motivo por el cual estaba enfadada, no sólo con el productor si no también con su amigo y compañero, Quentin Tarantino.
El depredador
Según unas declaraciones que hacía para el New York Times, la actriz confiesa que fue violada, cuando sólo tenía 16 años, por un actor 20 años mayor que ella. Tras esto, fue Harvey quien la forzó en un hotel de París. Ambos se encontraban discutiendo sobre las líneas de diálogo de un guión y éste dejó caer su albornoz: "Le conocía muy bien antes de que me atacase. Él solía pasar horas hablándome sobre distintos materiales y haciendo cumplidos sobre mi mente y validándome. Posiblemente eso me hizo pasar por alto las señales de advertencia".
Situación incómoda
''No me sentí amenazada. Pensé que estaba siendo idiosincrásico, como si fuese tu excéntrico y maleducado tío. [Me dijo que le siguiera por] los vestíbulos para que pudiésemos seguir hablando. Así que le seguí a través de una puerta y era una sauna. Estaba ahí de pie con mi ropa de cuero -botas, pantalones y chaqueta-. Hacía mucho calor y me dijo: 'Esto es ridículo. ¿Qué estás haciendo?'. Él estaba tan nervioso y enfadado que saltó y salió corriendo'', comenta Uma.
Más de una vez
Esta no fue la única situación incómoda que sufrió con Weinstein, y es que poco después volvió a atacarla en un hotel de Londres. El productor agarró su cabeza, intentó forzarla e "hizo todo tipo de cosas desagradables". Este problema continúa con la llegada de un ramo de flores amarillas a casa de una de sus amigas que tenía una nota escrita: "Tienes muy buenos instintos", y una llamada con más proposiciones profesionales.
Quentin, amigo y testigo
Todas estas situaciones empeoraron cuando la actriz y el director, Tarantino hablaron en el Festival de Cannes de 2001, evento en el que el cineasta le recordó que el seguir evitando al productor podría poner en riesgo el estreno de 'Kill Bill'. La actriz le confesó que había intentado abusar de ella a lo que Quentin contestó: "¡Oh! Pobre Harvey, intentando estar con chicas que no puede tener', a saber lo que se dijo a sí mismo, ¿quién sabe?". La cosa no queda aquí con Quentin, y es que meses más tarde Uma se dio cuenta de que el coche que debía conducir en el rodaje de la película tenía algo raro y pidió que su doble de acción lo condujera: "Quentin vino a mi tráiler y me dijo que no quería oír un no, como cualquier director. Estaba furioso porque le había costado mucho tiempo. Pero estaba asustada. Él dijo: 'Te prometo que el coche está bien. Es un pequeño camino recto en la carretera".
Ahora ve todo con claridad
Minutos después, la actriz sufrió un accidente como vaticinó y ahora revela que ha tardado 15 años en darse cuenta de lo que ocurrió de verdad con aquel coche: "Cuando volví del hospital con un collarín, las rodillas dañadas y un montón de golpes en la cabeza y una contusión, quería ver el coche y estaba realmente enfadada". ''Quentin y yo tuvimos una pelea enorme, le acuse de haber intentado matarme. Él también estaba muy enfadado por ello, supongo que es entendible, porque él no sentía que hubiese intentado matarme'', comenta. Después, Miramax le dijo a la actriz que sólo podría ver la película si firmaba una cláusula que decía que les liberaba de cualquier dolor que sintiese en un futuro debido al accidente de coche.