El 28 de Junio 2017 | 17:06
Hace unos días, vi rondar por Twitter el tráiler de la que sería la nueva película de Netflix, 'To the Bone'. Al principio ni siquiera le presté atención, creo recordar que ni leí el título las tres (o treinta) primeras veces que alguien se hizo eco del vídeo. Pero poco a poco vi cómo la tensión iba creciendo entre la gente a la que sigo, y cómo las críticas eran más evidentes. Fue entonces cuando me decidí, y dediqué dos minutos de mi vida a ver el vídeo. Y entendí instantáneamente todas las quejas.
Lily Collins es la protagonista, y quizás eso no haga más que añadir leña al asunto; porque es un secreto a voces que Lily Collins sufrió anorexia, y ahora ha tenido que revivir completamente buena parte de su historia. Puede que esto haya favorecido la interpretación, que le haya dado crudeza a la película, pero también me parece extremadamente cruel y, sobre todo, peligroso. Porque la anorexia, al igual que cualquier Trastorno de la Conducta Alimentaria, tiene un proceso de recuperación muy largo y traicionero, y lo mejor es mantenerse siempre alejado de cualquier peligro que pueda hacer recaer.
La crítica que se ha hecho a 'To the Bone' no puede ser más clara: vuelve a caer en todos los tópicos de los TCA, de la anorexia en particular. Ejemplifica una enfermedad mental con un físico extremadamente delgado, y al que no todas las personas enfermas acaban llegando. Muestran ante la pantalla una aparente fragilidad romántica de la protagonista, que parece etérea, dulce, pequeña, casi a punto de romperse en mil pedazos en todo momento.
Desde Netflix podrían haber hecho algo mucho más profundo, ir más allá, mostrar una persona enferma que no necesariamente estuviera en infrapeso, para así romper con esos mitos. Pero no lo han hecho. Han preferido mantenerse en lo que vende, en lo que saben que los adolescentes verán... Y que puede llegar hasta a ser perjudicial. Habrá que ver la película al completo para ver hasta qué punto realmente esta es perjudicial, o hasta qué punto solo estamos ante un tráiler engañoso.
Las enfermedades mentales no siempre se reflejan en el físico
Lo más preocupante de 'To the Bone' es, precisamente, que parece que se habla de la anorexia más como una enfermedad física que como una mental. Pero esto no siempre es así. La anorexia es una enfermedad mental que puede verse reflejada finalmente en un infrapeso, pero no tiene por qué; con otros TCA seguramente se vea mucho más claro, como la bulimia. Hay muchas personas que padecen bulimia y nunca llegan a tener un infrapeso, ni tan siquiera un normopeso, porque se van compensando los atracones y las purgas. El error está en asociar un tipo de cuerpo a una enfermedad mental.
Las enfermedades mentales se pueden tratar de otra forma, de una mucho menos tóxica. Un claro ejemplo de ello es el libro 'Seré Frágil', de la joven escritora Beatriz Esteban. Como ella bien explica en este hilo de Twitter, "parece que solo nos creemos que una persona tienen un TCA, o anorexia, cuando se le marcan los huesos en la espalda, cuando es pequeña y frágil y apunto de desmayarse en cualquier momento. Y sí, esa persona tiene un TCA. Pero esa persona también lo tuvo cuando estaba en un peso sano, o en sobrepeso".
En esta ocasión, Netflix podría haber metido bastante la pata. Sobre todo porque aún está muy reciente '13 Reasons Why', y la forma que tuvieron de romantizar la depresión, haciendo ver que esta hubiera podido curarse con un amor correspondido, cuando nada más lejos de la realidad. Tendré que esperar a ver la película para hacer un análisis mucho más real, pero no os preocupéis: ya lo haré. Por ahora, todas mis sensaciones son negativas.