'Detective Pikachu' ha llevado por primera vez a la gran pantalla la conocida saga de Game Freak adaptada al mundo real. Esto ha hecho que los guionistas de la película hayan tenido que devanarse los sesos para conseguir un producto que sea real para los espectadores, pero creíble para los fans de la saga. Además, el equipo de Rob Letterman partió con unas limitaciones que impuso The Pokémon Company, como la de nada de combates pokémon en la trama.
Reducir la violencia
Llevar 'Pokémon' a un entorno completamente real tiene sus pegas y es que, seguramente, muchos niños se podrían asustar un poco si los monstruos de bolsillo desatan todo su poder y actúan como lo hacen tanto en los videojuegos como en las versiones animadas. Habría que reflejar ciertos movimientos y sus consecuencias, algo que The Pokémon Company quería evitar a toda costa al tratarse de una película infantil. Este es uno de los motivos por los que 'Detective Pikachu' no tiene uno de los elementos más característicos de los juegos.
Polygon ha entrevistado a Rob Letterman, director de la película, y le han preguntado precisamente por esta característica. Letterman ha explicado que fue la propietaria de la marca la que pidió expresamente que se crease una nueva región en la que las normas habituales fuesen completamente diferentes. De ahí que se crease Ryme City, un lugar en el que humanos y pokémon conviven en paz. Al comienzo de la película se explica que esta urbe se levantó con el objetivo de potenciar la relación entre especies y por eso no hay Pokéball y tampoco hay combates entre pokémon (con la salvedad de ese encuentro indeterminado entre Pikachu y Charizad).
Benji Samit, guionista de la cinta, también comentó a Polygon que eliminar estas características (clave en la saga) fue uno de los retos más complicados a la hora de construir la historia, pero reconoce que disfrutaron mucho a la hora de mostrar una cara muy diferente de 'Pokémon' que no se había visto hasta ahora.