En Navidad, nuestras televisiones se llenan de películas hogareñas, que desprenden calor y que parecen no tener más que finales felices. No obstante, también hay otro tipo de películas para ver durante estas fechas, totalmente diferentes. Porque la Navidad no es solo una fecha de amor y paz, ni mucho menos. ¡También hay películas de terror navideñas!
En ocasiones, esas cenas familiares que tan bonitas se pintan acaban siendo auténticos desastres; porque el hecho de tener la misma sangre no implica necesariamente quererse con locura, o siquiera llevarse bien. Hay regalos que, pese a tener toda la buena intención del mundo detrás, acaban transformándose en sanguinarios asesinos; o incluso Papá Noeles vengadores que deciden darle a los niños malos lo que realmente se merecen. El terror es bueno en prácticamente cualquier época del año, y las fechas navideñas no iban a ser menos.
Este mes, aprovechando la época en la que nos encontramos, voy a hablaros de algunas películas de terror navideñas que deberíais ver si tenéis un momento libre. Quizás no os hagan temblar de miedo (es difícil, teniendo en cuenta la temática), pero sin duda os mantendrán entretenidos un buen rato. Esta semana vamos a empezar fuerte: 'Krampus: Maldita Navidad'.
Terror con algunos toques cómicos
Michael Dogherty es el director que se oculta tras esta película que, en 2014, consiguió hacerse un hueco en las taquillas españolas. 'Krampus: Maldita Navidad' es una mezcla perfecta entre comedia y terror, que se basa en la leyenda de Krampus. Según esta leyenda, Krampus es una criatura que castiga a todos los niños que hacen cosas malas en Navidad, haciendo contraste con San Nicolás, quien premia a los que han hecho cosas buenas. Pero el castigo de Krampus poco tiene de inocente... Al parecer, esta criatura demoníaca rapta a los niños traviesos, los encierra en su saco y se los lleva para siempre al infierno, donde le sirven de alimento.
Ya podéis imaginar más o menos sobre qué va la película. Un chico, llamado Max, pierde totalmente la ilusión por la Navidad tras vivir alguna que otra decepcionante anécdota con su familia, bastante peculiar. Lo que él no sabe es que eso hará que Krampus se fije en ellos, y acaben viviendo una de las navidades más difíciles de toda su vida. Porque ahora no solo tendrán que lidiar con estas fechas en familia, y todo lo que ello implica, sino que también tendrán que luchar contra un demonio que quiere castigarles por la falta de espíritu navideño.
La película no está recomendada para menores de trece años porque, pese a ser una película navideña, tiene violencia y usa un lenguaje bastante brusco. Pero es perfecta para todos aquellos jóvenes y adultos que no tienen demasiado espíritu navideño, o que simplemente quieren pasar un rato entretenido. Tiene un buen ritmo, unos personajes con los que te permite empatizar, momentos más cercanos a la comedia que al terror y un final sorprendente.
Es una forma diferente de enfocar la Navidad. En lugar de premiarse lo positivo, se castiga todo aquello negativo que se haya hecho. Creedme cuando os digo que los humanos aprendemos antes por los castigos que por los premios; y es que estos últimos acabamos asumiéndolos casi como algo que merecemos, y no como algo que debemos ganarnos. Pero hacemos casi cualquier cosa por huir de los castigos, sobre todo si estos implican una eternidad de penuria.