Ir a ver a los cines 'Star Wars: Los Últimos Jedi' es una tarea algo dura para el espectador habitual. No por las implicaciones internas que lleva consigo ni tampoco por despedirse de algunos de los conceptos que más han caracterizado la franquicia galáctica: hablo de la dificultad de tener que decir adiós a una leyenda con la que crecimos muchos de nosotros durante años. Esta es la última película de Carrie Fisher, conocida como Leia Organa.
Con el corazón en el puño he visto la cinta ya en varias ocasiones, y en todas ellas me he emocionado por el papel del personaje y algunas de sus escenas clave. Si esta debía ser la despedida, al menos, que lo fuera por lo grande. Quiero hablaros de dos escenas en concreto de la película y todo lo que implican, tanto dentro de la franquicia como fuera de ella.
Este artículo incluye SPOILERS importantes de 'Star Wars: Los Últimos Jedi'.
No es fácil decir adiós
La escena que debo destacar del personaje es su ansiada reunión con su hermano, Luke Skywalker. En este momento de la película tanto la princesa como sus compañeros de la Resistencia han perdido toda esperanza de sobrevivir frente a la Primera Orden. Reducidos en número y sin futuro alguno es cuando el Jedi llega a su presencia para devolverle la chispa de la esperanza por última vez.
Esta escena de 'Star Wars: Los Últimos Jedi' es especialmente significativa y especial, ya que es la última reunión que tendrán los gemelos Skywalker. Los dos se sientan y hablan del futuro, de la luz. Y antes de despedirse Luke dedica unas últimas palabras a su familiar: nunca nos vamos del todo. Esto no hace referencia sólo a la muerte de Han Solo, sino también como despedida final a Carrie Fisher y recordatorio final de que, incluso después de su fallecimiento, la actriz vivirá por siempre gracias al legado que ha dejado a través de las cinco películas de la franquicia en las que aparece.
La segunda escena es una menos importante para la propia figura de Carrie Fisher, pero sí vital para comprender cómo continuará la saga tras su muerte. Cerca del cierre de la película, Rey y Leia se sientan juntas mientras la primera se preocupa por el futuro: la Rebelión ha sido reducida a apenas una decena de personas, una nave y el legado de los Jedi parece haberse extinguido con Luke. Es cuando las dos figuras femeninas se abrazan y declaran que lucharán por los restos que quedan del futuro.
Esta última frase abraza la filosofía de 'Star Wars: Los Últimos Jedi' de dejar morir lo viejo para abrazar lo nuevo. Su fallecimiento no debe significar el final de la franquicia como la entendemos, pues hay que mirar al futuro y continuar nuestro camino, siempre con las personas que han formado parte de nuestra vida en ese tiempo.
Hace ya un año que Carrie Fisher nos dejó, pero siempre vivirá en nosotros. No debemos ver esto como un final: la importancia del personaje prevalecerá en quienes la recordamos. Descansa en paz, princesa.