'X-Men: Fénix Oscura' es, ya, uno de los peores estrenos de la saga de los mutantes en el cine. La crítica se ha cebado con ella y la taquilla ha acompañado a la opinión generalizada de profesionales y público. Pero al contrario que en otras muchas grandes superproducciones, en esta parece que se asumen culpas de lo ocurrido y Simon Kinberg ha dado la cara para reconocer que no ha hecho un buen trabajo.
Humildad creativa
Cierto es que la producción de 'X-Men: Fénix Oscura' no fue todo lo bien que le habría gustado a todo el mundo, pero al final son las decisiones creativas las que terminan por destacar por encima de las demás. Simon Kinberg, director y guionista de esta película, ha concedido una entrevista en la que reconoce que el mal recibimiento que está teniendo esta última película de los mutantes es solo culpa suya, ya que es una de las piezas principales del engranaje.
Kinberg, que no se ha escondido ni escurrido el bulto, ha hablado con KVRW y ha asumido que 'X-Men: Fénix Oscura' no ha funcionado como él quería. Sí que ha explicado que, a pesar de ello, a él le gusta el resultado y que ha disfrutado mucho trabajando en ella, pero reconoce que no ha logrado hacer una cinta que conecte con los espectadores. Kinberg tiene un doble papel en esta producción, ya que es director y guionista, de ahí que haya decidido echarse la culpa más absoluta de los resultados que ha obtenido.
Realmente, han sido muchos otros factores los que han hecho que esta película no haya funcionado correctamente, como por ejemplo los dos retrasos que sufrió con respecto a su fecha de estreno original, pero el cineasta no quiere hacer que nadie más cargue con una responsabilidad que cree que solo le corresponde a él.