El 4 de Diciembre 2017 | 11:59
Hay un trabajo en la industria cinematográfica que es, sin duda, uno de los más duros y, a la vez, uno de los más infravalorados. No solo eso, sino que, además, es extremadamente desconocido. Pese a que seáis grandes fanáticos del cine, pese a que vayáis a todos los estrenos de vuestra ciudad, seguramente no hayáis oído hablar de la figura del script a menos que tengáis conocimientos más técnicos de esta industria. Conoceréis los directores de casi todas las películas que habéis visto, sabréis los nombres de los actores e, incluso, de los guionistas, pero no sabréis cuántos scripts trabajaron en esa película, ni en qué otros proyectos estuvieron implicados.
Empecemos por el principio. El script es ese trabajador que se encarga de que toda la historia, las imágenes, las grabaciones en general, tengan una continuidad argumental y visual. Es decir, se encarga de que la película en sí tenga sentido, y no haya grandes fallos de guión. Los conocidos como gazapos, como fallos de continuidad, que tanto pueden llegar a descolocar al espectador si son demasiado evidentes.
El script debe controlar que haya una continuidad en el espacio, es decir, que los desplazamientos de los actores y los objetos tengan sentido, sean creíbles. Además, debe controlar la continuidad en la iluminación, uno de los mayores quebraderos de cabeza en todas las películas. Por si esto no fuera suficiente, también tienen que vigilar la continuidad en la interpretación de los actores; deben controlar que no haya tonos que no encajen con el momento, y, sobre todo, que lo que digan los actores tenga siempre la intensidad que se pida.
Básicamente, el script se encarga de controlar todos los posibles fallos que podrían arruinar una película. Si su trabajo está bien hecho, seguramente nadie se acuerde de esta figura; pero, ay, cómo su trabajo esté mal hecho... ¡La película dejará de tener sentido! Pongamos un ejemplo: 'El Señor de los Anillos' se rodó durante más de un año, pero la sensación que nosotros percibimos es que todo sucedió de forma lineal. Para eso, para que los miles de planos tengan una continuidad, necesitamos al script.
Un trabajo muy duro, con muy poca recompensa
Sin los scripts (que, por cierto, casi siempre son mujeres), las películas no tendrían la continuidad necesaria como para que los espectadores pudiéramos meternos en escena. Su trabajo es uno de los más complicados a la hora de producir una película y, sin embargo, es uno de los menos gratificantes. Porque nadie se acuerda de ellos a menos que hagan mal su trabajo.
Cuando salimos del cine, no pensamos "oh, vaya, no ha habido ningún fallo de raccord", o "no ha habido ningún fallo de raccord considerable". Simplemente pensamos que ha sido una buena película, y no vamos más allá. A menos que hayamos encontrado un auténtico fallo de raccord (como ese famoso avión en Troya, por ejemplo); entonces sí que nos acordamos de todos los errores del script.
Un claro ejemplo de un trabajo impecable por parte de un script es el de Patricia Vila, la script de 'Perfectos Desconocidos', la nueva película del director Álex de la Iglesia. Esta película es completamente lineal, y solo hay una ubicación; esto implica que cualquier pequeño cambio, cualquier gesto que nos indique que no ha sucedido todo con una continuidad, podría sacarnos de la película y hacernos ver claramente que no es más que ficción. Se perdería parte de la narrativa. Mas, pese a lo difícil del asunto, la script consiguió hacer un trabajo impecable. Y eso hará que la película gane, sin duda, mucho más prestigio. Así que, desde aquí, agradezcamos su labor también a quien ha hecho esto posible: la script.