El príncipe de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, está de viaje por los Estados Unidos. Su primera parada este lunes ha sido en Los Angeles, donde se ha reunido con los ejecutivos, actores y directores de más alto nivel de Hollywood.
Bin Salman estuvo la pasada noche en la casa de Bel Air de Rupert Murdoch, el magnate del entretenimiento y las noticias y presidente de Fox News. Estos no estaban solos, porque, según informa The Hollywood Reporter, también asistieron a la cena el CEO de Disney, Bob Iger, junto a su esposa, Willow Bay, el presidente de Universal, Jeff Shell, el CEO de Warner Bros. Kevin Tsujihara, la CEO de Nat Geo, Courtney Monroe, el ejecutivo de Fox TV, Peter Rice, y la CEO de Twentieth Century Fox, Stacey Snider. En representación del gremio de los actores, asistieron Morgan Freeman, Michael Douglas y Dwayne Johnson. También acudieron un par de directores: James Cameron y Ridley Scott.
Viaje de negocios
Esta cena es la primera de un viaje de tres semanas por todo Estados Unidos (Washington D.C., Nueva York, Boston, Houston, San Francisco...) en la que se reunirá con empresarios de todos los sectores. Los expertos aseguran que MBS, tal y como se suele abreviar el nombre del príncipe, está buscando nuevas vías de inversión en el país, y los mandamases de Hollywood no han dudado un segundo en reunirse con él para intentar recibir una parte de la inmensa fortuna de la monarquía saudí.
Para su estancia en Los Angeles, el príncipe ha alquilado al completo el lujoso hotel Four Seasons de Beverly Hills, que cuenta con 285 habitaciones, además de una parte del L'Ermitage.
El príncipe heredero al trono, Bin Salman, ha sido el encargado de levantar la prohibición de los cines que duraba 35 años. A pesar de ésta y otras reformas modernizadoras, muchos le acusan de utilizar estrategias de un dictador.