El 15 de Septiembre 2017 | 12:45
Antes de que continuéis leyendo, debéis saber que este artículo va a contener spoilers de 'It', puesto que me es necesario dar algunos detalles para a qué me refiero. No van a ser spoilers definitivos, y si ya habéis visto la primera versión seguramente no os afecten, pero es preferible avisar. Así que una vez avisado, ¡continuemos!
El viernes pasado se estrenó la película de 'It', un remake del que posiblemente ya hayáis oído hablar en multitud de ocasiones. Es una película cruda, que esconde bajo un manto de terror una gran cantidad de temas que sí que deberían preocupar a la sociedad. Porque Pennywise no es más que el reflejo de una sociedad corrupta y podrida que daña directamente a los más débiles, a los que no se pueden proteger, que en este caso son los niños. Pennywise es la representación de todo lo malo de este mundo, de todo lo que atemoriza a los niños, eso que los adultos son incapaces de ver porque ya se han acostumbrado.
Pero os mentiría si os dijera que Pennywise fue lo que más miedo me dio. Hubo muchas más escenas cotidianas, muchas de las que vivimos en el día a día nosotros sin apenas darnos cuenta, que me asustaron mucho más. Lo que más me impactó de una de ellas es que hubo gente en la sala que se rió. Que lo vio gracioso. Me refiero a ese momento en el que Beverly entretiene al farmacéutico intentando ligar con él, y el hombre se muestra abiertamente interesado en ella. Recordemos que Beverly tiene entre doce y trece años, mientras que el farmacéutico pasaba de los cincuenta. ¿En qué momento una escena pedófila es graciosa?
Es una crítica, no algo cómico
Recuerdo agarrar a mi amiga Celeste, que me acompañó a ver la película, y comentarle en voz baja que esa escena me estaba resultando especialmente desagradable. Me bastó un vistazo a su cara para comprobar que ella estaba igual de asqueada que yo. No obstante, escuché alguna risa. Vi a gente que se reía, como si la pedofilia fuera divertida. Como si esa escena no representara nada turbio, nada mucho más atemorizante que el propio Pennywise. Porque este no es más que una invención, en la vida real no encontraremos payasos asesinos que se transformen en nuestros más profundos temores, pero las fotografías de quinceañeras en Instagram con pies de foto del estilo "legalicemos a las de quince" existen; no tenéis más que buscarlas.
Lo que la película pretendía era sacar a la luz algo que sucede día a día: la sexualización de las niñas. Algo que, al parecer, hemos asimilado como normal, puesto que hubo gente que incluso se rió en ese momento. Hay quien ha asemejado a Beverly a la Lolita de Nabokov, sin terminar de comprender que Lolita no fue ninguna nínfula, sino una niña que sufrió acoso y abuso por parte de un hombre que ejercía sobre ella una relación de poder. Porque las nínfulas no existen más allá de la mente de enfermos como Humbert. Las niñas de doce años son niñas, y no existe en ellas ningún tipo de sexualidad que pueda atraer en ningún momento a los hombres. Los hombres que defienden que sí que existen nínfulas son pedófilos (o pederastas) que adoran sentirse superiores, sentir que pueden dominar a niñas inocentes.
Beverly se aprovecha de la situación, pero eso no hace que esta, en sí, sea menos repulsiva. Al igual que es repulsiva la escena que aparece después, en la que Beverly es acosada abiertamente por su padre. De nuevo, un hombre que ejerce una dominación sobre ella, que se encuentra en situación de poder. No obstante, esto sí que hizo reaccionar a la gente, quizás por la relación de parentesco, o por el abierto desagrado que mostró ella. Sea por lo que sea, estaos dos momentos no son tan diferentes entre sí, puesto que en ambos casos estamos hablando tanto de pedofilia como de pederastia.
Estas escenas no deberían tomarse para nada a la ligera, nadie debería encontrar gracioso que un hombre adulto se sienta atraído por una niña de doce años que únicamente juega a ser mayor para ayudar a sus amigos. Porque lo que debería llamarnos la atención no es la actitud de ella (que, de nuevo, no hace más que jugar) sino la de él, que responde positivamente, y que no muestra ningún pudor a la hora de aprovechar la situación al máximo. Este hombre es tan tóxico como el padre de Beverly, aunque este segundo pueda haber llevado su pedofilia un paso más allá, y haber pasado a la pederastia; y es que esto es algo que todo pedófilo haría si pudiera.
Hay momentos de 'It' en los que nos podemos reír, como con algunas gracias de Richie, pero este no era uno de ellos. Porque reírnos con algo así no sería "humor negro" o "humor sin más". No. Sería encontrar graciosa una situación en la que se habla de pedofilia.