El 7 de Diciembre 2017 | 18:35
Están sucediendo cosas muy grandes en la industria del entretenimiento. Quizás hayáis oído la posibilidad de que Disney haga pública la compra de la rama de entretenimiento Fox en muy poco tiempo por la suma de 60 mil millones de dólares; esto significa a gran escala una enorme cantidad de cosas. Para empezar, que una de las compañías cinematográficas más grandes del mundo va a absorber a otra de las cinco gigantescas productoras existentes; en menor escala, que Marvel va a recuperar los derechos de 'X-Men' y '4 Fantásticos'.
Se ha hablado por activa y por pasiva de lo maravilloso que es esta noticia, ya que hay muchas implicaciones positivas en tal noticia. Lejos de querer repetirme con todo eso quiero mostrar mi preocupación. No os equivoquéis: soy fan de los comics de la Casa de las Ideas desde enano, y el universo compartido construido alrededor de 'Los Vengadores' prácticamente hace mi día a día. Pero no me alegro tanto con esta noticia, no tras meditarlo profundamente.
Alegrías y limitaciones
Antes de lanzarnos de cabeza a celebrar la posible inminente noticia demos un paso atrás y reflexionemos seriamente acerca de Fox. Esta compañía nos ha traído horrores a los fans como 'Fant4stic' o el dolor de muelas que significó para muchos 'X-Men Orígenes Lobezno'. No conocen el material con el que trabajan, no de la forma que Marvel sabe utilizarlo, y en muchas ocasiones sus proyectos van a pique por no cuidarlos con mimo y esmero.
Pero es que estos errores son parte de algo mayor. La libertad creativa que se otorga a esos proyectos es lo que ha permitido que en los últimos años tengamos 'Deadpool' y 'Logan', dos películas que no sólo abrazan su calificación para mayores de edad, sino que se embriagan en su imperfección como adaptaciones para lograr algo más sólido.
Os pondré una analogía: las películas del universo cinematográfico de Marvel son arte conceptual trabajado de la propia compañía. Todos los dibujos juntos crean un gran marco, algo precioso de admirar, juntar y ver cómo detalles y referencias aparecen al verlos todos juntos. Las películas de Fox, por otra parte, son fanarts: individuales, algunos realmente horribles, pero de vez en cuando te topas con algo increíble con lo que te detienes a observar los trazos y detalles. Es una interpretación diferente a la que lo habrían hecho los autores originales, algo atrevido que la persona detrás del lápiz entendía y quería que los demás supieran. Y entonces te alegras de la individualidad.
Me es extraño oponerme a la fusión de Disney y Fox teniendo en cuenta que quiero ver desde hace tiempo una adaptación en condiciones del Doctor Muerte, uno de mis villanos favoritos de todos los tiempos. ¿Pero merece la pena? Temo que si Disney adquiere esos derechos nos encontraremos en la situación del control constante, la imposición de la visión sobre el artista y el final de peliculas tan individuales como 'Logan'. Desde luego, creo que todos podemos estar de acuerdo que al menos 'Deadpool' no hubiese sido posible bajo el mandato del reino del ratón, aunque con Fox tampoco es que fuera fácil lograrlo.
Igual todo esto es simple miedo al cambio. Espero que todo esto acabe en nada y que, aunque los derechos vuelvan y tengamos cruces, la individualidad y libertad creativa queden intactos. Pero he oído esta historia en el pasado y los efectos que ha tenido: concretamente cuando adquirió los derechos sobre Marvel y sobre 'Star Wars'.
Espero que esta vez todo sea distinto.