Soy un total amante de las películas de Marvel. Desde edad muy temprana fui introducido al mundo de los comics y resultaba sólo lógico que cuando llegara Marvel Studios a mi vida le entregara hasta el último pedacito de mi corazón. Estará mejor o peor visto, pero algunos de mis largometrajes favoritos son protagonizados por estos superhéroes y no me arrepiento de nada. Cada vez que llega un nuevo estreno y voy al cine sé que seré feliz durante dos horas y media.
Esto no es lo que me ha pasado con 'Black Panther'. Acudí al estreno con el mismo nivel de ilusión que con 'Doctor Strange' o 'Ant-Man', pero lo que encontré no llegaba a aquellos niveles. Tampoco convenció a quien me acompañaba, que nos pasamos toda la noche y la mañana siguiente analizándola y criticándola en profundidad. Y mi sorpresa es que, pese a ello, la gente está considerándola casi como una obra maestra, la mejor película del universo cinematográfico de Marvel. No lo comprendo.
Demasiados problemas para considerarla excelente
Empecemos por lo básico. El guión de 'Black Panther' no es bueno: todo lo contrario. La estructura de su historia es ilógica, con una primera mitad que difícilmente conecta con el resto. El tiempo que se presenta en esta parte podría haber sido aprovechado para otorgar más minutos a Killmonger y el conflicto por el trono. Pero comprendo que el director quería mostrar el aspecto guerrero de Pantera Negra al público mandándolo fuera de Wakanda. Eso, sin embargo, no quita unos diálogos poco convincentes y más distrayentes que una mosca en la pantalla de un televisor.
Sólo que no se muestra tanto. Sí, es un gran superhéroe, pero muchos de los poderes que se le atribuyen no juegan un papel determinante en ninguna parte de la película: perfectamente podría haber sido sustituido por casi cualquier otro superhéroe genérico. No saca provecho de la agilidad, el sigilo con el que se suele mover el personaje, sus ataques casi animales. Tengo la sensación de que en 'Capitán América: Civil War' vimos mucho más la esencia de Pantera Negra que en su propia película.
A esto hay que sumar el problema de los personajes, los cuales no podían sino estar mal escritos por propia extensión de los problemas de guión. Muchos personajes parece que tengan presencia sólo por contrato, como el de Martin Freeman, quien no aporta absolutamente nada a la segunda mitad del largometraje; o que parecen incluidos de forma forzada para rellenar una lista de clichés básicos, como el interés romántico de turno, con quien T'Challa tiene cero química. Y el conflicto entre personajes, como los dos generales enamorados, parece inmerecido y poco efectivo.
Tampoco el villano se salva. Entiendo que su transfondo y el origen de donde viene atraiga a muchos espectadores pues conecta bien con el mensaje final de la película, pero a la hora de la verdad esta versión de Killmonger me parece genérica y fácilmente cambiable por cualquier otro villano. Sus acciones son caóticas, a veces sin sentido de cara al futuro. Y por supuesto ataca a ancianas sin provocación porque es muy malvado.
Con todo esto no quiero decir que todo en 'Black Panther' sea malo. La banda sonora es sorprendentemente efectiva y encaja como un guante en el tono de la película. El mensaje que quiere transmitir T'Challa es importante para los tiempos que corren, lo cual creo que es lo que ha terminado por enamorar al público. Pero como crítico y, sobre todo, como fan de Marvel, no puedo evitar sentirme muy decepcionado con el resultado final. Y es que creo que es la primera vez que salgo del cine pensando que he visto algo mediocre desde 'El Increíble Hulk'. Eso son palabras mayores.