Hay quien, pese a todas las pruebas que hay de que no hay igualdad salarial entre hombres y mujeres, continúa negándolo. Mas Forbes ha llegado con fuerza para demostrar que en el mundo del cine esta brecha es total y completamente innegable; porque la diferencia entre la actriz mejor cotizada desde junio del año pasado hasta junio de este año es demasiado grande.
El actor mejor pagado ha sido Mark Wahlberg, con nada más y nada menos que sesenta y ocho millones de dólares, que se dice pronto. Y la actriz mejor pagada ha sido Emma Stone, que apenas sobrepasa los veintiséis millones de dólares. Estamos hablando de una diferencia de más de cuarenta millones, es decir, nada que podamos considerar "desdeñable" o "anecdótico". Por si aún necesitáis más datos para convenceros, porque sois de esos indecisos, debéis saber que el top diez masculino alcanza los cuatrocientos ochenta y ocho millones de dólares, mientras que el top diez se queda en algo más de ciento setenta y dos millones. La diferencia, como podéis comprobar, es asombrosa.
Tanto los actores como las actrices que forman parte de los tops han participado en grandes producciones. No es que hablemos de actores que han trabajado en películas muy importantes y actrices que trabajaban para otras menores; en ese caso, las diferencias serían más excusables. En este caso, las mujeres reciben unos sueldos muy inferiores por el mero hecho de ser mujeres, independientemente de la película en la que participen.
Esto es lo que se conoce como brecha salarial, lo que algunos consideran un invento. Según el Eurostat, la brecha salarial de género "explica parte de las diferencias salariales entre hombres y mujeres", y es "la diferencia entre el salario bruto por hora de los hombres y el de las mujeres, expresado como porcentaje del salario bruto por hora de los hombres". Sí, es cierto que hay un gran debate en torno a si esta diferencia es realmente resultado del género, de una discriminación implícita, o si se deben tener en cuenta otras variables. En este caso particular, estamos hablando de una discriminación por el mero hecho de ser mujer, puesto que hacemos referencia a actores y actrices que han trabajado en proyectos muy similares y cuyos sueldos han sido muy dispares.
Esta discriminación nos perjudica a todos, no solo a los actores
Pese a que al hablar de esta brecha salarial como algo que le sucede a la gente famosa pudiéramos llegar a creer que solo les pasa a ellos, esto no es así. Es algo que sucede en prácticamente todos los trabajos. Y no es que los hombres trabajen más que las mujeres, ni mucho menos; es que su labor se reconoce más, pese a ser exactamente la misma.
¿Qué ha hecho Wahlberg que no haya hecho Stone, por ejemplo? ¿Por qué su trabajo debe ser recompensado con unas prestaciones mucho mayores que el de ella, cuando consiste en lo mismo?
Esta brecha no se queda ahí, sino que va un paso más allá. En un estudio que publicó la OCDE en 2008, se demostraba que aunque las tasas de empleo femeninas habían aumentado considerablemente, las mujeres continuaban teniendo un veinte por ciento menos de posibilidades de obtener un contrato laboral frente a los hombres. Teniendo la misma formación, es mucho más probable que contrataran a un hombre en lugar de a una mujer. No solo esto, sino que, además, las mujeres cobran hasta un veinte por ciento menos por hacer básicamente lo mismo.
¿Hay una explicación real para esto? El machismo implícito de nuestra sociedad, que siempre premia más a los hombres que a las mujeres por el mismo trabajo. Hay países en los que esta discriminación es mucho más marcada, y otros en los que menos, pero no hay ni un país en el que haya desaparecido. Volviendo al ámbito del cine, ya hemos podido ver que esta discriminación es evidente cuando hablamos de actores y actrices. Pero es que a la brecha salarial deberíamos sumarle también el llamado techo de cristal. El término techo de cristal proviene de un artículo que se escribió hace más de treinta años en el periódico Wall Street Journal, en el que se hacía referencia a las barreras invisibles que las mujeres deben enfrentar. Pese a que una mujer esté altamente cualificada, sus posibilidades de alcanzar un puesto alto en la jerarquía laboral son ínfimas, comparadas con las que tendría un hombre.
¿Cuántas directoras famosas conocéis? ¿Y directores? ¿Y de verás creéis que conocéis a menos directoras famosas porque las mujeres no saben dirigir una película en condiciones? Porque os informo: si creéis eso, os encontráis totalmente equivocados. No conocéis a tantas directoras por el techo de cristal, y no se paga en condiciones su trabajo por la brecha laboral.