'La muerte de Stalin': Rusia prohíbe que se emita esta película en sus cines

CENSURA

'La muerte de Stalin': Rusia prohíbe que se emita esta película en sus cines

Por Maribel Baena

El 29 de Enero 2018 | 09:30

Rusia ha prohibido que se estrene esta película por considerarla ofensiva.

Cuando Armando Iannucci comenzó a dirigir 'La muerte de Stalin', seguramente no se planteó que una película satírica pudiera acabar generando tanto revuelo, llegando incluso a prohibirse en Rusia. Porque pensar que una película así se considerase una "ofensa" le hubiera parecido, quizás, una locura.

El estreno estaba previsto para el jueves veinticinco de enero en Rusia, pero nunca llegó a producirse porque los funcionarios del departamento de cultura del gobierno actual no han querido darle a la película un certificado de distribución. Y, sin este certificado, las películas no tienen permiso para estrenarse en los cines. Al parecer, y según ha informado el Screen Daily, el gobierno de Putin ha llegado a esta conclusión porque consideran que la película es "una herramienta de lucha ideológica".

'La muerte de Stalin' versa sobre la lucha de poder que hubo en Rusia tras la muerte del dictador, todo con altas dosis de humor e ironía. Los protagonistas son Steve Buscemi, Timothy Dalton, Jeffrey Tambor y Olga Kurylenko, y en Gran Bretaña ha conseguido llegar a ser una de las películas más destacadas del año pasado. Mas en Rusia no han tenido la misma oportunidad; eso sí, en España podremos disfrutar de ella el nueve de marzo.

El gobierno mantiene que no es 'censura'

Según un comunicado del propio ministro de cultura, Vladimir Medinsky, esto no es censura. "No existen los censores. No tememos las críticas o las afirmaciones duras sobre nuestra historia", ha explicado. "Pero existe una frontera ética entre el análisis crítico de la historia y la farsa". Iannucci no ha querido declarar al respecto, y ha preferido mantenerse al margen.

Porque lo cierto es que el propio hecho de que haya un departamento del Ministerio que se encargue precisamente de repartir certificados a las películas que pueden emitirse es, en sí mismo, censura. Una especie de censura previa que afecta tanto a los ciudadanos como a los cineastas que quieran estrenar en este país del norte.

Lo más llamativo de todo este asunto es que no todos los cines han querido obedecer esta orden, e incluso un cine de Moscú ha decidido emitir la película, pese a lo que haya dicho el Ministerio. Le costó una visita de la policía rusa, pero ya fue el comienzo de una pequeña queja, que quién sabe si continuará extendiéndose por el resto de cines rusos. Las críticas de las personas que acudieron ese día al cine fueron buenas; una de las asistentes llegó a declarar que "es extremismo censurar esta película".

Es innegable que el cine es capaz de transmitir mucho ideológicamente, y que lo que se enmascara como ficción puede acabar abriendo los ojos a muchos espectadores. Esto es algo que desde el Ministerio ruso han sabido ver desde un primer momento, y están transmitiéndolo con sus leyes.

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