El estreno de 'Star Wars: Los últimos jedi' supuso una alteración en la fuerza y una ruptura entre los fans de la saga galáctica: algunos pensaban que era demasiado rupturista con respecto al legado que había creado George Lucas, mientras que otros abrazaron los cambios introducidos por Rian Johnson y los vieron como un soplo de aire fresco. Según un trabajo de investigación recientemente publicado, estas diferencias no eran tan grandes y fueron alimentadas por trolls rusos.
El trabajo de Morten Bay, llamado 'Convirtiendo a los haters en armas: 'Los últimos jedi' y la politización estratégica de la cultura popular a través de la manipulación de las redes sociales', estudia la respuesta que tuvo la película de Rian Johnson en el mundo online. Bay asevera que "encuentra pruebas de medidas de influencia política deliberada y organizada, encubiertas como discusiones de fans" y cree que "el probable objetivo de estas medidas es incrementar la cobertura mediática del conflicto entre los fans, por lo tanto, aportando y propagando aún más una narrativa de discordia y disfunción en la sociedad americana. Convencer a los votantes de esta narrativa sigue siendo un objetivo estratégico para el movimiento alt-right en los Estados Unidos, además de para la Federación Rusa".
Las reacciones negativas analizadas están divididas en tres campos diferentes: aquellos con un propósito político, trolls y fans reales decepcionados con la película ("fantagonistas", tal y como Bay los llama). Sus conclusiones estadísticas es que "el 50.9% de los tweets negativos tenían probablemente motivaciones políticas o ni siquiera eran enviados por humanos" y "una parte de estos usuarios parecen ser trolls rusos".
El director habla
El director Rian Johnson ya ha manifestado en Twitter su interés por leer el trabajo de investigación entero, pero asegura que el titular coincide con la experiencia que tuvo él mismo en las redes.