El 26 de Junio 2018 | 12:05
La eterna batalla que se libra de forma casi periódica entre el mundo del cine y el del videojuego por conseguir una adaptación cinematográfica fiel del segundo al primero en varias de sus franquicias más exitosas se remonta casi a los primeros tiempos del sector, pero en paralelo a las discusiones que los fans de una y otra franquicia puedan tener sobre lo correcta o incorrecta que pueda resultar su adaptación cinematográfica, cuando las producciones de este estilo continúan llegando a las salas de cine es porque, en el fondo, sí son un producto rentable para gran parte de los implicados en su elaboración, y por si todavía quedaba alguien con dudas sobre esto último, Kenzo Tsujimoto, fundador de Capcom, ha dejado muy claro por qué es rentable a través de una de sus franquicias más conocidas, 'Street Fighter'.
Fracaso cinematográfico, éxito en videojuego
Esta dualidad se repite con mucha frecuencia. Sagas que en el mundo del videojuego se han convertido en todo un referente fracasan estrepitosamente en su adaptación a la gran pantalla. No se libró de este mal la adaptación de 'Street Fighter' protagonizada por Van Damme en 1994, que lejos de convertirse en todo un éxito por su buen hacer, se ha transformado en una película casi de culto por lo peculiar de su planteamiento, actuaciones y situaciones, algo que no ha impedido que la película siga reportando casi medio millón de dólares de forma anual a la compañía, y sin mover ni un sólo dedo.
"En aquél momento había un mucho escepticismo con respecto a apostar por las producciones cinematográficas. Sin embargo, en 1994 invertimos 4 mil millones de yenes para hacer la primera película de Street Fighter. A día de hoy, ninguna otra compañía japonesa ha financiado una película completa obteniendo unos beneficios de 15.500 millones de yenes. Actualmente, disfrutamos de aproximadamente 50 millones de yenes anuales en ingresos de esta adaptación cinematográfica", aseguraba Tsujimoto en un reciente encuentro con los principales accionistas de la compañía que él mismo fundó.
El motivo por el que la película aún sigue siendo rentable para la compañía tras 25 años desde su estreno en salas reside en el mercado doméstico. Cada vez que una televisión emite la película paga por ella a la distribuidora, generalmente formando parte de un pack de producciones mayor, y ésta a su vez reparte los ingresos entre los responsables de las distintas producciones. En el caso de 'Street Fighter' este hecho se repite con cierta asiduidad a lo largo y ancho del planeta. En el caso de España, cadenas como La Sexta ya ha emitido en varias ocasiones la aventura en sus fines de semana, algo que también ocurre en otros mercados.
A ellos también se deben sumar las ventas en formatos ópticos, como el DVD y el Bluray, o la presencia en los principales servicios de vídeo bajo demanda, como Netflix, Google Play o los servicios de Amazon y Apple, por lo que, aunque con el tiempo Capcom ha apostado por nuevas franquicias que llevar al cine, esta peculiar adaptación sigue tan vigente en las cuentas de la empresa como el primer día.